Es posible que durante el embarazo te asalte la duda: ¿es seguro tomar antibióticos en mi estado? Esta es una consulta frecuente en nuestro centro. Por eso, aprovechando la Semana Mundial de Concienciación Sobre El Uso de los Antibióticos, queremos hablaros de la relación entre antibióticos y embarazo. Fundamental: nunca debes automedicarte Las infecciones son un problema muy frecuente en el embarazo, por lo que los antimicrobianos son utilizados a menudo. Sin embargo, es fundamental que sea un profesional quien recete los antibióticos y no caer en la automedicación. El motivo es que no todos los tipos de antibiótico son adecuados durante el embarazo, por lo que tomarlos por tu cuenta puede suponer un riesgo para tu salud y la del futuro bebé. Además de la clase de antibiótico, el médico también valorará el momento del embarazo en el que te encuentras, la frecuencia con la que debes tomarlo y la probabilidad de que se produzcan efectos secundarios. ¿Qué tipos de antibióticos deben evitarse? Antibióticos como las tetraciclinas no se recomiendan después de las 15 semanas de gestación, pues se cree que pueden cambiar el color de los dientes del bebé en desarrollo y provocar problemas óseos. Por otro lado antibióticos como el cloranfenicol cruzan la placenta. De hecho, tomar altas dosis durante el tercer trimestre se ha relacionado con el llamado síndrome gris del recién nacido; este padecimiento afecta especialmente a niños prematuros. Algunos expertos también han señalado que estos antibióticos, a los que se suman otros como las quinolonas o el metronidazol, aumentan las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo. Frente a estos antibióticos, el especialista optará por las penicilinas, las cefalosporinas u otros medicamentos que se consideren más seguros. En cualquier caso, será decisión del facultativo y te recomendamos que sigas sus indicaciones al pie de la letra. Conclusión: antibióticos y embarazo Los cambios fisiológicos que experimenta una mujer embarazada varían mucho del primer al tercer trimestre. Por eso, es importante seguir las indicaciones de un experto a la hora de ingerir cualquier medicamento. Los antibióticos no son una excepción y algunos estudios han demostrado que ciertos grupos afectan al normal desarrollo del embrión. Ello explica porqué es tan importante que evites automedicarte. Piensa por dos y cuida tu salud y la de tu bebé. Ante cualquier duda, consulta siempre primero con tu ginecólogo de confianza.
Consejos para cuidarte después de una cesárea
Cuando el bebé viene de nalgas o cruzado es probable que se realice un parto por cesárea, lo que también es recomendable si hay cualquier riesgo de sufrimiento fetal. Esta intervención requiere de una recuperación postparto más prolongada y con cuidados específicos, por eso hoy te traemos 5 consejos clave para cuidarte después de una cesárea. Una buena higiene Lo más importante es que mantengas una correcta higiene de tu cicatriz. Para ello, lávala con agua y jabón de PH neutro durante la ducha. Sécala bien, con ligeros toques de toalla, y no la cubras con tiritas u otros apósitos a menos que tu médico indique lo contrario. Monitoriza la cicatriz Para asegurarte de que evoluciona de forma favorable, presta atención a cualquier síntoma que indique lo contrario, como hinchazón, picor, cambio de color u olor, fiebre o cualquier tipo de abultamiento. En ese caso, acude lo antes posible a tu ginecólogo. Protege tu abdomen La incisión es de unos 10 cm y tarda unos 10 días en curarse, aunque durante dos o tres semanas tus músculos abdominales se verán debilitados. Por ello, te recomendamos que no les exijas demasiado. Para un mayor confort, cuando rías, tosas o estornudes, sujétate la barriga con las manos y así darás un extra de soporte a la zona abdominal. Evita grandes esfuerzos Aunque tras los primeros 3 o 4 días te sientas recuperada, no te confíes. Es importante que descanses el mayor tiempo posible y no te fuerces. Evita realizar tareas domésticas, conducir, subir o bajar escaleras o coger peso. En cuanto a tu bebé, te recomendamos que pidas ayuda para cogerlo de la cuna o colocarlo en la bañera, para no hacer ningún sobreesfuerzo. Para darle el pecho o tenerlo en brazos, será más fácil si lo haces sentada o recostada. Haz siestas y cuida tu alimentación Es probable que aparezcan gases, retortijones o estreñimiento debido a la anestesia y la reducción del movimiento. Ingerir muchos líquidos y comer alimentos ricos en fibra te ayudará. Recuerda descansar todo lo que puedas, pues las pequeñas siestas durante el día son claves para recuperar energías y volver a la normalidad lo antes posible. Si quieres saber más sobre cómo mejorar el sueño durante el embarazo, haz click aquí:
5 consejos para mejorar el sueño durante el embarazo
Debido a los procesos hormonales que desata la gestación, nuestro cuerpo experimenta un número de cambios importante durante este proceso. Los hábitos del sueño durante el embarazo, por ejemplo, pueden verse alterados. Descansar correctamente es muy importante en cualquier momento de la vida, más aún cuando estás a punto de ser mamá. Por eso, en el Día Mundial del Sueño, revisamos algunos consejos básicos para dormir mejor durante esta etapa tan especial. 1. ¡Que vivan las siestas! Lo más importante es descansar siempre que se pueda. Lo recomendable es irse a dormir más temprano de lo habitual y tomar siesta si se puede. Por lo general, una embarazada puede dormir entre 8 y 10 horas por la noche, y hacer siestas durante el día desde los 10 minutos hasta las dos horas. 2. Cenas saludables y menos cafeína Por otro lado, se aconseja cenar entre dos y tres horas antes de irse a la cama, especialmente en el tercer trimestre, cuando la indigestión o la acidez aparecen con mayor frecuencia. Además, una alimentación saludable no solo favorecerá la digestiónl y el bienestar de la mamá, también ejercerá un beneficio en el desarrollo del bebé. El consumo de café y otras bebidas con cafeína debe evitarse durante el embarazo. 3. Horarios para limitar el uso de las pantallas Una hora antes de ir a la cama deberías dejar de ver cualquier pantalla, lo que incluye la televisión, la tableta o el teléfono. Escuchar música suave, leer un libro, meditar o darse un baño ayudarán a conseguir un estado de relax óptimo. Asimismo, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días podría mejorar la calidad del sueño. 4. Ejercicio suave Mantener una rutina de ejercicio adecuada durante el embarazo también aporta bienestar. Eso sí, el ejercicio debe ser suave y adaptado a cada etapa de la gestación. Consulta siempre con tu ginecólogo de confianza para saber qué tipo de ejercicio es mejor para ti. 5. Posturas que facilitan el sueño durante el embarazo Durante el primer trimestre del embarazo cualquier postura en la cama es buena. La mamá puede adoptar la que le resulte más cómoda. Seguramente irán cambiando a lo largo del embarazo, conforme aumente el volumen de la barriga. Cuando el embarazo está ya muy avanzado y se vuelve difícil encontrar una postura cómoda, el uso de cojines y almohadas puede aportar un mayor confort a la futura mamá.
Señales para saber si se acerca el día del parto
Durantel el embarazo, los cambios que experimentamos suelen llamarnos mucho la atención, sobre todo siendo mamás primerizas. En las últimas semanas el cuerpo empieza a preparase para el momento del parto y surgen nuevas sensaciones y síntomas que nos ayudan a determinar cuándo se producirá. Toma nota de las siguientes señales para saber si se acerca el día del parto: Baja la barriga Cuando se acerca la fecha esperada, el bebé encaja su cabeza en la pelvis y desciende, por lo que, a simple vista, se podrá ver cómo la barriga de la mamá está más baja. Notarás también que respiras mejor y haces mejor la digestión. Calambres musculares El peso del bebé añadido sobre la pelvis en las últimas semanas acrecienta los calambres en las piernas y otros dolores a causa de la presión. Necesitas ir al baño constantemente Hacia el final del embarazo la vejiga no tiene apenas espacio para distenderse, por lo que es normal que sientas la necesidad de ir al baño cada dos por tres, y por cantidades muy pequeñas. Dolor en la espalda o en la pelvis Puedes sentir dolor en el bajo vientre o dolores puntuales en la zona abdominal y confundirlo con una contracción. No te preocupes, si son puntuales y se pasan es porque el bebé está ejerciendo algo de presión, pero aún no es tiempo de salir. Las contracciones de parto Cuando te pones de parto verás que las contracciones se hacen más recuentes de forma constante: cada 20 minutos, luego cada 15, cada 10…. En cambio, hay veces que aparecen contracciones discontinuas: cada 12 minutos, luego 7 minutos, etc. En estos casos puede ser una “falsa alarma”. También te puede interesar: Beneficios de la música durante el trabajo de parto Ante cualquier síntoma que te resulte anómalo, o si tienes cualquier duda, contacta con tu ginecólogo de confianza en Castellón para cerciorarte de que todo está bien. En el Centro Médico Dr Herraiz estaremos encantados de atenderte y cuidarte durante todo el embarazo y el parto, para que vivas este momento tan dulce con mayor tranquilidad y confianza.
Test de embarazo: cómo funciona y tipos de pruebas
Cuando hay un retraso de la menstruación es esencial realizarse una prueba para confirmar el embarazo. La opción más común son los test que podemos encontrar en la farmacia. Pero, ¿sabes cómo funcionan exactamente los test de embarazo? Hoy te lo explicamos. Tipos de test de embarazo Hay dos formas de confirmar un embarazo: La primera y la más común es con un test de embarazo que se puede comprar en la farmacia y realizarse cómodamente en casa. Este test identifica la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (HCG). La otra forma es ir al ginecólogo, que nos pedirá un análisis de sangre y nos realizará una ecografía para confirmar con exactitud el embarazo. Cómo funciona una prueba de embarazo Aunque la apariencia de los distintos test de embarazo en el mercado puede ser distinta, todos funcionan bajo el mismo principio. Su objetivo es detectar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (HCG) en la orina. En general, esta hormona solo se encuentra si la mujer está embarazada, porque se produce cuando uno de los óvulos ha sido fertilizado. Cualquier test de embarazo, tenga la forma que tenga, presenta una tira absorbente reactiva en uno de sus extremos que debe impregnarse con orina. La tira absorbente detectará la presencia de la HGC o, más comúnmente, la llamada hormona del embarazo y reaccionará cambiando de color. ¿En qué momento del día es mejor hacer el test de embarazo? Un test de orina solo será positivo si contiene suficiente cantidad de hormonas HCG. Es importante saber que esta hormona comienza a producirse unos seis días después de la fertilización del óvulo, aunque en la mayoría de las mujeres no se detecta hasta quince días después. Por eso, lo ideal es hacerlo entre tres y cinco días después del primer retraso. La mayoría de test recomiendan hacer la prueba con la primera orina de la mañana. De este modo, la hormona está más concentrada en la orina y es mucho más fácil de detectar. Te puede interesar: Etapas de la vida fértil de una mujer ¿Son fiables los test? Un test de farmacia tiene una fiabilidad del 99 por ciento si el resultado es positivo, aunque se puede reducir al 75 cuando el resultado es negativo. Por este motivo, es recomendable visitar a el ginecólogo si hay un retraso en la menstruación, y así confirmar con exactitud la existencia de embarazo.
¿Cuáles son los efectos de la hiperémesis gravídica?
Muchas mujeres presentan náuseas o vómitos durante los tres primeros meses de gestación. A veces, sin embargo, este malestar puede ser muy intenso y persistente durante buena parte del embarazo. En estos casos es posible que estemos hablando de la hiperémesis gravídica. Estos vómitos excesivos pueden estar relacionados con los cambios que provoca en el organismo la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH) liberada por la placenta. Es más probable en mujeres que estén esperando gemelos o trillizos. Hiperémesis gravídica: ¿qué efectos tiene? Esta forma extrema de náuseas y vómitos puede ser peligrosa para la madre y el bebé si no se recibe un tratamiento médico. Entre los efectos más comunes de la hiperémesis gravídica podemos encontrar la pérdida de peso, la deshidratación o la cetosis. Veamos cada uno de ellos com mayor detenimiento. Pérdida de peso Los vómitos intensos y continuados impiden que la madre retenga la cantidad de alimento suficiente para nutrirse y nutrir al bebé. Como consecuencia, también puede perder hasta el 5% del peso corporal. Deshidratación Debido a la cantidad de líquido perdido por los vómitos pueden aparecer signos de deshidratación. Algunos de sus síntomas son: Orinar con menos frecuencia de lo habitual La orina puede verse de color amarillo oscuro Sensación de mareo al ponerse de pie Cetosis El organismo no puede recibir suficiente energía de los alimentos y, por ello, comienza a recurrir a las reservas de grasas, entrando en estado de cetosis. Durante este proceso metabólico se generan diversas toxinas que pueden causar fatiga, mal aliento o mareos. Conclusiones La hiperémesis gravídica es, por tanto, una situación clínica que puede necesitar de un ingreso hospitalario en su espectro más grave. Por eso, ante vómitos intensos y recurrentes, no dejes pasar tiempo. Visita a tu médico para una evaluación y no dejes que la situación empeore.
¿Cuáles son los síntomas de un embarazo de gemelos?
Los síntomas de un embarazo de gemelos son, por lo general, más intensos que los del embarazo único y suelen sentirse con mayor antelación. Aún teniendo en cuenta que los síntomas cambian de una mujer a otra, o en embarazos distintos de una misma mujer, hoy te daremos los síntomas más comunes de un embarazo gemelar. ¿Qué síntomas aparecen en un embarazo de gemelos? Vómitos y nauseas Debido a la gran cantidad de hormonas que han entrado en escena, las típicas náuseas matutinas van a manifestarse con mayor antelación y más intensidad que en mamás que esperan un solo bebé. En este artículo te proponemos algunos consejos que te ayudaran a aliviar los vómitos. Además, las mujeres que esperan gemelos son más propensas a desarrollar hiperémesis gravídica. Somnolencia y fatiga El cansancio en un embarazo gemelar acostumbra a ser mayor que en un embarazo único, ya que se destina una cantidad extra de energía en el desarrollo de los dos fetos y esto se notará desde el principio. Además, los órganos de la mamá trabajan más intensamente, los vómitos producen un desgaste adicional y se suma a ello el estrés emocional propio de esta etapa. Todo ello genera un cóctel que demanda a la futura progenitora un descanso extra; las siestas durante el día serán las mejores aliadas. Palpitaciones Durante el embarazo se produce un aumento de la frecuencia cardíaca de alrededor del 15%, causando en algunas mujeres palpitaciones, lo cual es perfectamente normal. En general, aparecen durante el segundo o el tercer trimestre, aunque en el embarazo de gemelos se pueden notar desde los primeros meses. Movimientos fetales antes de lo habitual Uno de los momentos más emocionantes es cuando se sienten las primeras patadas del bebé. La mayoría de embarazadas las sienten alrededor de la semana 18-20, aunque las embarazadas de gemelos las pueden notar hasta dos semanas antes. Dolores de espalda, hinchazón o calambres Todos estos síntomas son muy comunes en el embarazo de un solo bebé durante el tercer trimestre. Sin embargo, el aumento de tamaño del útero en embarazos de gemelos avanza la sintomatología y aumenta los dolores de espalda, piernas y calambres nocturnos. Se recomienda a la gestante realizar ejercicio físico suave como caminar, yoga o pilates. Ante cualquier duda, consulta con tu médico Cuando la gestante lleva a más de un bebé en el vientre, los síntomas de los 7 meses se sienten a partir de los 5, por lo que es muy aconsejable guardar reposo y cuidarse mucho. Es importante consultar con el doctor cualquier síntoma que incomode a la embarazada, para comprobar que está dentro de la normalidad y no supone ningún problema de salud.
¿Embarazo y COVID-19? Esto dice la SeNeo
Durante el embarazo se dan cambios fisiológicos e inmunológicos que nos hacen más susceptibles ante cualquier infección bacteriana o viral, como la gripe común. Es por ello que, en los últimos meses, estamos recibiendo muchas consultas sobre embarazo y COVID-19. ¿Cómo puede afectar este coronavirus a las embarazadas, consideradas como un grupo de riesgo? En este artículo te explicamos lo que dice la Sociedad Española de Neonatología (SeNeo) al respecto. ¿Está mi bebé en riesgo si estoy embarazada y con COVID 19? Un estudio, realizado en Nueva York a 215 mujeres que ingresaron para dar a luz, determinó que un 87,9% de las positivas para COVID-19 eran asintomáticas, lo que sugiere que las mujeres embarazadas podrían pasar la enfermedad de forma leve o sin síntomas como sucede en el 80% de la población general. Tampoco hay evidencias de que la infección se asocie a un mayor riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro. En cuanto a la transmisión de este virus al feto, el Ministerio de Sanidad no presenta una evidencia firme de que esté ocurriendo, ya que los bebés analizados de madres infectadas hasta ahora han dado negativo en el nacimiento, así como el líquido amniótico, la placenta, el exudado vaginal y la leche materna. En el caso de que la transmisión se produzca en los días o en semanas posteriores al parto, el riesgo de desarrollar complicaciones es reducido. Un estudio en 2.143 recién nacidos mostró que el 90% cursaban el virus con síntomas leves y moderados. Después de dar a luz es importante tomar todas las precauciones generales de higiene y aislamiento para evitar la infección del recién nacido. El riesgo de contagio es el mismo que en la población general y puede ser por gotas, por contacto o por la vía fecal-oral. Te dejamos a continuación algunos consejos. Embarazo y COVID-19: cómo proteger al recién nacido después del parto Para proteger a un bebé tras el parto, sigue estas recomendaciones: Lávate las manos siempre antes de cogerlo. Debes hacer con agua y jabón durante varios minutos o con gel hidroalcohólico de – al menos- 60%. Usa mascarilla quirúrgica o de tela. Cuando no haya contacto directo se recomienda mantener la cuna separada (como mínimo a 2 m de la madre). La OMS recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, ya que proporciona anticuerpos muy necesarios para defenderse de infecciones respiratorias. Para ello, la piel del pecho debe mantenerse siempre limpia con agua y jabón. Se recomienda que un acompañante sano realice otras tareas de cuidado del neonato en la medida de lo posible. Ventila con frecuencia los espacios donde se encuentre la madre. Consulta el siguiente díptico para más información: Heráclito: “Lo único constante es el cambio” Como veis, el paso del COVID-19 por el mundo está marcando un antes y un después en todas las áreas de nuestra vida. Es sorprendente la capacidad del ser humano para adaptarse a los cambios y todos lo estamos haciendo de una forma que nunca hubiésemos imaginado. El nacimiento de nuestro bebé también representa una gran transformación personal pero, aunque estemos en tiempos de pandemia, el vínculo entre madre e hijo/a será el mismo de siempre. Fuente: Ministerio de Sanidad (2020). Manejo de la mujer embarazada y el recién nacido con COVID-19.
Embarazo después de los 35 años. Qué debes saber sobre la maternidad tardía
Cada vez es más frecuente que haya un embarazo después de los 35 años. Los cambios en la mentalidad y en el estilo de vida han hecho que la llegada de un bebé se retrase. No obstante, conviene tener en cuenta que la maternidad tardía puede presentar ciertas complicaciones. ¿Qué debes saber si quieres ser madre a esta edad? Aunque no hay necesidad de alarmarse, los especialistas coinciden en que la complejidad del embarazo aumenta a partir de los 35 años. En esta etapa, tanto la producción de óvulos como la calidad de los mismos se ven afectados. Esto aumenta las posibilidades de que haya un embarazo múltiple o defectos congénitos. La media de partos por cesárea o de nacimientos prematuros también es mayor en mujeres que tienen un primer embarazo tardío. Por ello, si estas pensando en ser madre a una edad madura, es importante tener en cuenta estos consejos. Consejos para embarazadas de 35 años o más Lo primero que debes hacer es perder el miedo. Ten en cuenta que hay profesionales y centros especializados que brindan asesoramiento y apoyo durante todo este proceso. Como punto de partida se recomienda una revisión preconcepcional para evaluar el estado de salud de la futura mamá antes del embarazo y detectar posibles problemas hereditarios que podrían afectar la salud de madre e hijo. Otra de las condiciones que deberían evitarse en un embarazo tardío son el sobrepeso o la obesidad previa a la concepción. Una mujer con una dieta variada y un estilo de vida activo tendrá menos probabilidades de tener diabetes gestacional, preclampsia y/o presión arterial alta. Asesórate sobre la cantidad de ejercicio recomendada para no caer en un sobreesfuerzo contraproducente. Durante estos embarazos es primordial no ganar más peso del necesario, evitando los excesos relacionados con los famosos “antojos”. El aumento adecuado depende de cada persona, por lo que debes consultar con un profesional de la salud al respecto. Evitar el tabaco, el alcohol, las drogas y la exposición a sustancias químicas peligrosas son medidas habituales en cualquier embarazo, que se hacen aún más imprescindibles en gestantes de edad materna avanzada. Finalmente, procura no saltarte las citas con el especialista y realizar todas las revisiones prenatales recomendadas por el médico. Un monitoreo constante, como el que ofrecemos en el Centro Médico Herraiz, te ayudará a sentirte más segura y confiada, además de alertarte sobre cualquier irregularidad que pueda producirse.
¿Se puede montar en bicicleta estando embarazada?
Durante la última década montar en bici durante el embarazo ha dejado de ser una actividad contraindicada para gestantes. Pedalear a dos ruedas es posible. Eso sí, no en todos los casos y además deben extremarse las precauciones. Sigue leyendo este post para saber cómo y cuándo se puede montar en bicicleta estando embarazada. La actividad física moderada es importante En el caso de gestantes sanas y en embarazos que no presentan complicaciones, el ejercicio moderado es recomendable. Una mejor condición cardiovascular, una correcta tonificación muscular y la ayuda a la postura son solo algunos de sus beneficios. La actividad física también es necesaria para evitar un aumento excesivo de peso y la diabetes gestacional. Esta práctica también suele acortar el tiempo de hospitalización postparto. Asimismo, las mujeres deportistas suelen ser menos propensas a las cesáreas. Precauciones antes de subir en bici Si tu embarazo se desarrolla con normalidad y no hay ninguna contraindicación, puedes ir en bici teniendo en cuenta algunas indicaciones: Regula la intensidad La actividad, en todos los casos, debe ser moderada. Se recomienda pedalear no más de 45 o 60 minutos sin picos de esfuerzo. La percepción de tu cansancio es fundamental: si experimentas calor excesivo o falta de aire no dudes en parar, pues tu cuerpo te está diciendo que está agotado. En relación a esto, debes tener en cuenta que durante el primer trimestre el riesgo de aborto es mayor y un esfuerzo excesivo podría actuar como detonante, por lo que es doblemente necesario regular el gasto de energía durante este período. Elige rutas seguras Si estás en la ciudad, no te muevas por lugares con mucho tráfico o donde compartas la misma carretera con coches. Es recomendable moverse por carriles para bici que discurran por zonas tranquilas. Además, elige rutas sin desniveles pronunciados. Si sales al campo, no vayas por un terreno abrupto para evitar que aumente el riesgo de caídas. Una bici que se adapte a tu situación Busca un modelo urbano, con un asiento ancho y corte bajo que te permita ir erguida y con la espalda recta. Una postura cómoda evitará que te canses rápido y hará que la experiencia sea más placentera. ¿Hasta que punto se puede montar en bicicleta estando embarazada? Tradicionalmente se ha evitado esta práctica a partir del quinto mes. Sin embargo, si el embarazo no presenta complicaciones y la madre tiene un buen nivel físico previo podría seguir un poco más allá. No obstante, es tu médico de confianza quien tiene la última palabra al respecto, pues cada caso es diferente. Por otro lado, recuerda que el embarazo no es un buen momento para comenzar nuevas prácticas deportivas, por lo que si no acostumbras andar en bici regularmente es preferible que optes por dar buenos paseos o por ejercicios para reforzar el suelo pélvico.