Para muchas mujeres, entrar en la menopausia marca un antes y un después en su ciclo vital. Los ovarios femeninos dejan de producir óvulos y la mujer entra en la fase de climaterio. Ello puede generar problemas de sueño, falta de energía, disminución del interés sexual e, incluso, episodios depresivos. Pero no a todas las mujeres afecta por igual. ¿Cómo mitigar los efectos de la menopausia? La prevención y el cambio de enfoque psicológico juegan un papel fundamental.
La prevención y cómo mitigar los efectos de la menopausia
El doctor Herraiz explica que el fin de la menstruación provoca una disminución en los niveles de las hormonas femeninas: estrógenos y progesterona. Este cambio trae en ocasiones sofocos, sequedad vaginal, osteoporosis… pero muy pocas pacientes necesitan terapia hormonal. Llegar a la menopausia con la mejor salud posible hace que los daños colaterales se atenúen.
Para prevenir la osteoporosis hay que:
- Hacer ejercicio de forma habitual o dar paseos diarios de una hora como mínimo. A la hora de hacer ejercicio, se recomienda realizar aquellos que favorezcan el fortalecimiento del suelo pélvico.
- Aumentar la ingesta de alimentos ricos en calcio y exponerse al sol con moderación para aumentar la vitamina D.
- Cuidar el corazón siguiendo una dieta sana baja en grasas y rica en frutas y verduras. Estos alimentos son antioxidantes y ricos en vitaminas A, C y D; tambien es buena la ingesta de pescado azul rico en Omega 3, además de ingerir alimentos que aumenten los niveles de estrógenos como los vegetales que contengan ácido fólico o la soja.
No hay que olvidar que, durante la menopausia, las necesidades nutricionales de la mujer ya no son las mismas y, por lo tanto, el aporte calórico deberá ser menor. Con todas estas pautas sobre cómo mitigar los efectos de la menopausia, pueden hacer se reduzcan hasta en un 70%”.
La salud psíquica también es fundamental
Durante la menopausia el 15% de las mujeres sufren algún episodio de depresión o tristeza severa. Además, se estima que el 25% experimenta insomnio, ansiedad o cambios de humor. Sin embargo esta situación puede cambiar o por lo menos mitigarse viendo la menopausia como una nueva etapa de crecimiento individual, donde una vez superada la crianza de los hijos te sientes más libre para dedicar tu tiempo y energía a ti misma. Este cambio de actitud trae como consecuencia un mayor bienestar psicológico.
Como en cualquier otro periodo de cambio y transición, no resulta extraño padecer sentimientos de pena. Tienes que darle la vuelta a lo “perdido” (la juventud, la capacidad reproductiva o los hijos que se han ido de casa) y verlo como un aporte de energía, experiencia en la vida y sabiduría para saborear los frutos de tus esfuerzos.