crecimiento del útero y suelo pélvico

Crecimiento del útero y suelo pélvico. Cambios a tener en cuenta durante el embarazo.

El embarazo es una etapa de muchos cambios para el cuerpo de una mujer. No es para menos, pues éste debe prepararse a contrareloj para acomodar al bebé. Durante este proceso nuestra estabilidad y postura corporal se modifican. Ello suele provocar una serie de patologías o dolores (algias). La relación entre crecimiento del útero y suelo pélvico debe tenerse, por tanto, muy en cuenta. Veamos cuáles son algunos de estos cambios más comunes y sus efectos.

Cambios que provoca el crecimiento uterino

El crecimiento uterino durante la gestación provoca la posteriorización del eje de gravedad. En consecuencia, la curva lumbar aumenta y se producen diversas modificaciones corporales compensatorias.

También es habitual que se dé una hiperextensión de rodillas, un aplanamiento de los arcos plantares y un aumento de la base de sustentación.

Por otro lado aumenta la presión sobre el talón y las costillas se horizontalizan, lo que conlleva un aumento del diámetro de la caja torácica.

Crecimiento del útero y suelo pélvico: consecuencias

Todos estos son, en definitiva, cambios que pueden ocasionar dolores como lumbalgias, pubalgias, sacroileítis, coxigodinias, dolor en las plantas en los pies o en las rodillas; también pueden aparecer síntomas propios del Síndrome del Túnel Carpiano.

Estos cambios propios del embarazo afectan igualmente al suelo pélvico. El aumento de peso progresivo y la presión creciente sobre esta zona hace que el suelo pélvico pierda tono y se distienda, lo que puede llevar a un déficit funcional.

Además, debes tener en cuenta que el suelo pélvico se ve afectado por el factor hormonal. Todo ello hace que se vuelva más laxo y menos competente en dos funciones claves: la de cierre y la de sostén. Estas circunstancias podrían derivar en pérdidas de orina, pesadez vaginal, infecciones urinarias o problemas de estreñimiento.

Ya en los últimos meses de gestación, la compresión pélvica y perineal favorece la aparición de edemas y varices.

Conclusión

Durante el embarazo hay un sinfín de cambios provocados por el crecimiento del útero. Experimentarlos es algo común y, aunque no debes asustarte, es importante que les prestes atención.

Como ves tienen causas justificadas pero no por ello debes asumir que es algo normal y dejarlo pasar sin más.

Cualquier cambio que experimentes es importante que lo consultes con tu ginecólogo de confianza en Castellón o en la provincia en la que residas. Debes acudir también a todos los controles durante el embarazo. De este modo, junto a tu médico podrás establecer estrategias de prevención para evitar estas molestias y dolores y conocer las opciones terapéuticas que hay para poder tratar estos efectos.

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