Cuando te estrenas como mamá, aparecen multitud de dudas y debes tener en cuenta un montón de cosas en las que antes ni te habrías parado a pensar. Probablemente el cuidado del pecho durante la lactancia sea una de ellas.
Y es que, si quieres dar el pecho, no solo es importante saber cómo hacerlo, sino también que sepas cómo cuidar esta parte de tu cuerpo. Estar las 24 horas del día pendiente de un recién nacido implica un gran esfuerzo y es importante que puedas descansar y recuperar fuerzas.
Cuando llegues a casa después de dar a luz, es posible que aún no tengas una rutina de horarios ni sepas mucho sobre el cuidado del pecho durante la lactancia, pero date un tiempo y ten paciencia. Todo ello forma parte de un proceso de adaptación a tu nueva realidad como madre.
Consejos para el cuidado del pecho durante la lactancia
Para que este periodo sea un poco más fácil, toma nota de estos cinco consejos para el cuidado del pecho durante la lactancia:
1. Dar el pecho en la posición correcta.
Este aspecto es clave para que el pecho no duela ni se formen grietas al dar de mamar. Por ello, al succionar, la boca del bebé debe abarcar toda la areola alrededor del pezón. Debes darle la toma relajada y sin interrupciones, para que no trague aire. Además, es importante que la cabeza del bebé esté inclinada hacia atrás y que la sujetes con una mano desde el centro de su espalda. Aunque siempre hay un pecho más fácil que el otro para la lactancia, debes alternar ambos para que se vacíen con regularidad.
2. Tener una buena higiene diaria.
Una ducha matinal diaria con un gel de pH neutro será suficiente para mantener una buena higiene corporal. Durante el verano, donde las temperaturas son más elevadas, trata de no cubrirte el pecho en casa. Así dejarás que se airee y evitarás la humedad. No olvides que el contacto permanente con tejidos húmedos puede provocar irritaciones.
3. Masajea el pecho.
Debes hacerlo con movimientos giratorios y hacia afuera. De este modo facilitarás el movimiento de la leche y será más sencillo que salga y que no se quede retenida en los conductos.
4. Utiliza un sujetador adecuado.
Hay sujetadores especialmente diseñados para la lactancia que te vendrán muy bien para sujetar bien el pecho. Busca uno que se adapte bien a ti y que tenga una tira ancha. Si no tienes mucha idea sobre este tema, deja que un experto te asesore.
5. Mantente hidratada.
Debes beber suficientes líquidos, pues el amamantamiento requiere de un esfuerzo extra. Los zumos naturales y la fruta son también muy recomendables, pues aportan muchas vitaminas y son antioxidantes.
Siguiendo todas estas recomendaciones, podrás tener un mejor cuidado del pecho durante la lactancia. Además, evita el uso de cremas y recuerda tomar la medicación que te indique un profesional.
La subida de la leche suele producirse entre 48 y 72 horas después del parto y no tiene que ser un proceso doloroso. Así que si notas que tus pechos están demasiado inflamados o doloridos, consúltalo con tu ginecólogo de confianza.