El Mycoplasma es una enfermedad de transmisión sexual poco conocida, pero cada vez más extendida. Se calcula que afecta a cerca del 1% de la población mundial, con edades comprendidas entre los 16 y los 44 años. En 2015 fue catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un patógeno de transmisión sexual de importancia creciente.
Pero, ¿qué es el Mycoplasma genitalium y cómo se contagia?
Esta enfermedad, de origen bacteriano, ataca el tracto genitourinario de ambos sexos. En los hombres causa infecciones urinarias (uretritis), mientras que en las mujeres está asociado a una inflamación en el cuello del útero (Cervicitis) y con la Enfermedad Inflamatoria Pélvica, también conocida como EIP.
Esta dolencia se transmite a través de prácticas sexuales sin protección por vía vaginal, anal u oral. Además, suele tener mayor incidencia en personas que ya presentan otra Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).
Cuáles son los principales síntomas
La detección puede ser compleja, ya que a menudo la enfermedad no muestra síntomas durante sus primeras etapas. Por ello, muchas personas que la padecen no lo saben y este desconocimiento aumenta los índices de propagación.
Esta afección puede tardar 6 meses o más en desarrollarse y se manifiesta de manera diferente en hombres y en mujeres:
- Signos de Mycoplasma genitalium en hombres: La infección genera una inflamación en la zona de la uretra que causa picor o ardor al orinar (disuria). También puede observarse secreción de pus, dolor testicular e incluso prostatitis. Otros síntomas son el dolor y la inflamación articular.
- Síntomas de la enfermedad en mujeres: La bacteria se aloja en el aparato reproductor femenino, dando lugar a diferentes síntomas. El más común es una inflamación del cuello del útero, que puede causar escozor al expulsar la orina o sangrado durante las relaciones. La alteración del flujo vaginal o un fuerte olor en el mismo, es otra señal de infección. El Mycoplasma también causa molestias pélvicas y dolor al caminar como resultado de una hinchazón en la uretra.
Actualmente se encuentra bajo estudio la influencia de esta afección con casos de infertilidad y embarazos ectópicos.
Tratamiento y prevención del Mycoplasma
Aunque no hay pruebas específicas para la identificación de esta bacteria, puede detectarse a través de tests de orina – en el caso de los hombres – y del análisis del cuello uterino en las mujeres. El tratamiento, en caso de confirmarse el diagnóstico, consiste en la administración de antibióticos durante un período que puede llegar a las dos semanas de duración.
La prevención incluye un comportamiento sexual seguro, como la utilización de preservativo. Además, es fundamental que ante cualquier signo, se consulte cuanto antes con un especialista.