La leche que la madre produce los primeros días después del parto es visiblemente diferente a la que tendrá en días posteriores. Se trata del calostro, un líquido que contiene muchas sustancias que fortalecen y protegen el sistema inmunológico del bebé.
Por tanto, no debes hacer caso de los falsos mitos que aseguran que esta leche debe desecharse por ser antihigiénica. No hay que esperar a que salga la leche blanca porque, aunque el color sea algo diferente, no es algo malo. ¡Al contrario! ¿Te preguntas por qué el calostro es amarillo? Todo tiene una explicación.
Motivos que explican por qué el calostro es amarillo
El color amarillo o anaranjado del calostro tiene que ver con su composición. Se trata de una leche muy rica en betacarotenos, lo que previene de muchas patologías en los primeros días de vida. Además de ser muy nutritiva, contiene un alto aporte de proteínas y vitaminas.
De hecho tiene hasta 95 compuestos distintos y todos ellos son beneficiosos para el bebé, ayudándole a adaptarse en sus primeras horas fuera del vientre materno. Podemos decir que es un cóctel inmunológico que actúa como una primera vacuna.
Su alto contenido en sodio, potasio, cloruro y colesterol estimula el crecimiento adecuado del corazón, el cerebro y el sistema nervioso central. Este calostro comienza a producirse entre las 12 y las 16 semanas de gestación, siendo más habitual identificarlo de una forma más clara en el segundo embarazo.
¿En qué momento debe iniciarse la lactancia?
En condiciones normales la lactancia debería iniciarse en la primera media hora después del parto. En el caso de cesáreas, cuando las mamás deben estar más tiempo en observación antes de subir a planta, la recomendación es hacerlo tan pronto sea posible.
Un bebé puede realizar entre 8 y 12 tomar diarias de calostro, hasta que se cumplan aproximadamente unas 72 horas desde su nacimiento. Se trata de cantidades muy escasas pero que bastan para evitar infecciones, revestir la mucosa gástrica del pequeño con una capa protectora y alimentarle hasta que llegue la leche de transición.