Sangrado después de la menopausia

Sangrado después de la menopausia. Todo lo que debes saber

Algunas mujeres pueden experimentar un sangrado después de la menopausia. Es lo que los especialistas llaman una metrorragia postmenopáusica y aparece después de un año o más sin regla. Cuando se produce uno de estos episodios, no debe pasarse por algo. Toma nota de todo lo que debes saber sobre ellos.

¿Es normal que se produzca un sangrado después de la menopausia?

No, es una circunstancia anormal que debe revisarse. Durante la llegada de la menopausia se producen desarreglos, pero si se produce un sangrado genital después de 12 meses ininterrumpidos sin menstruar debes acudir con tu ginecólogo de confianza. De este modo el especialista podrá evaluar lo ocurrido y asegurarse de que todo está bien.

Causas que pueden provocar sangrados o flujos rosados tras la menopausia

En algunos casos estos sangrados o flujos rosados pueden ser síntoma de algún problema de salud que conviene tratar, por eso es tan importante que realices una revisión médica. Algunas de las causas que pueden provocar la metrorragia postmenopáusica son:

  • Una atrofia del endometrio. Debido a la disminución del nivel de estrógenos, el endometrio se vuelve más fino y frágil. Estas circunstancias pueden provocar un sangrado anormal.
  • Un pólipo endometrial. Es una tumoración benigna que crece habitualmente en el útero o en el canal cervical. Puede originar un sangrado irregular o intenso.
  • Hiperplasia endometrial. Se produce cuando las células endometriales crecen desmesuradamente, haciendo que el revestimiento del útero aumente su grosor.
  • Cáncer de endometrio debido a una tumoración maligna en el endometrio, que es la capa de células que recubre el interior del útero. Este es uno de los tipos de cáncer más comunes del sistema reproductor femenino y una de sus señales es, precisamente, el sangrado después de la menopausia.

Tratamiento más habitual

El tratamiento del sangrado después de la menopausia dependerá de cual sea la causa. Para ello el doctor analizará la historia clínica de la paciente y realizará un examen físico y ginecológico. Además, puede pedir que se realicen las siguientes pruebas: una biopsia del endometrio, una ecografía transvaginal o una histeroscopia.

Con los resultados en mano ya podrá indicar qué hacer en cada caso. Normalmente, si no hay contraindicaciones, la atrofia puede tratarse con una crema especial.

Si el sangrado se debe a la presencia de pólipos o tumoraciones, es posible que deban extraerse mediante una histeroscopia o una histerectomía. Sea como sea, un diagnóstico precoz será clave para que el tratamiento sea exitoso.

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