Cada mujer conoce su cuerpo y sabe mejor que nadie cómo llevar esos días “incómodos” del mes de la mejor manera. Pero la salud no es solo sentirse bien, sino también cuidarse de potenciales riesgos. Como otros procesos naturales, la menstruación también presenta problemas de los que es mejor estar al tanto. Uno de ellos está relacionado con el uso de tampones femeninos y varios métodos anticonceptivos. Nos referimos al Síndrome de Shock Tóxico (SST). ¿Qué es el Síndrome del Shock Tóxico? El Síndrome de Shock Tóxico es una enfermedad causada por dos tipos de bacterias: la Staphylococcus aureus (comunmente conocida como estafilococo) y la Streptococcus pyogenes (estreptococo). El SST genera una infección muy grave que puede llegar a ser mortal. Sin embargo, la prevalencia de este síndrome es muy baja. A pesar de que originalmente se le relacionó con el uso de tapones, el disparador del Síndrome de Shock Tóxico es una baja respuesta inmunológica ante la presencia de la bacteria. El SST también puede ocurrir a partir de quemaduras, infecciones cutáneas o después de una cirugía. Mujeres posmenopaúsicas, adultos y niños también pueden desarrollar esta enfermedad. Por eso, a pesar de su baja incidencia, es importante conocer sus principales síntomas. ¿Cuáles son los principales síntomas del Síndrome de Shock Tóxico? Los signos se dan repentinamente y dos o tres días después de contraer la infección. Hay que prestar especial atención a los siguientes síntomas: Aparición de un sarpullido o moratones en diferentes partes del cuerpo y enrojecimiento de ojos, boca o vagina. Dolor corporal. Vómitos o diarrea. Fiebre superior a 38,8 grados. Ésta, puedes estar acompañada de escalofríos. Disminución de la presión sanguínea. Dolores de cabeza, desorientación y, en ocasiones, convulsiones. Aunque es poco probable que una persona sana contraiga esta enfermedad, nunca está de más seguir unas precauciones básicas. Consejos para prevenir una infección por SST En la actualidad, menos de la mitad de los casos de SST están vinculados con la menstruación. Pero una atención extra nunca está de más para evitar un riesgo latente. Algunos consejos a tener en cuenta para prevenir este síndrome, son los siguientes: Cambia de tampón cada 4-8 horas. Asegúrate de quitar el tapón anterior antes de introducir uno nuevo. No olvides retirar el último cuando el ciclo haya terminado. Está terminantemente prohibido reutilizar el aplicador Escoge el mínimo grado de absorción apropiado para tu flujo menstrual. Usa compresas para dormir. Para las niñas que ya han tenido su periodo por primera vez, se recomienda utilizar compresas en lugar de tampones. En el caso se haber sufrido un episodio de TSS o una infección estafilocócica o estreptocócica grave, es altamente recomendable no usar tampones o dispositivos anticonceptivos que hayan sido asociados con el TSS, como diafragmas y esponjas anticonceptivas. Además, no dudes informarte y compartir todas las dudas que tengas al respecto con tu ginecólogo habitual.
40 años de la legalización de los anticonceptivos en España
Entre 1941 y 1978 la venta y la divulgación de información sobre anticonceptivos era un acto delictivo en nuestro país. ¿Lo sabías? Con la llegada de la democracia y la introducción de la píldora, se inició un intenso debate que terminó con la legalización de los anticonceptivos en España. De hecho, este 2018 se cumplen 40 años de este importante cambio social. Entre los principales hitos en la historia de la anticoncepción española, destacan los siguientes: 1/ El lanzamiento de la píldora anticonceptiva. Fue a comienzos de los años 60 cuando la píldora llegó a España y a otros países como Alemania o Estados Unidos. Se trataba del primer método seguro para prevenir embarazos no deseados. Se estima que en 1970 las ventas de anticonceptivos llegaron a los 2 millones de envases. 2/ La aparición de los primeros centros de planificación familiar. Durante los años 70 algunos hospitales universitarios españoles comenzaron a abrir este tipo de consultas, llamadas “de puerperio”. Su finalidad era informar y aconsejar a las mujeres sobre los métodos anticonceptivos disponibles en aquel momento. 3/ La apertura del centro de planificación de la calle Federico Rubio de Madrid. Estuvo abierto unos pocos años desde 1976, tiempo en el que acudieron a él multitud de mujeres de toda España. Estaba dirigido por un grupo de mujeres que informaba sobre la diferenciación entre sexualidad y maternidad. Pronto se creó otro en Barcelona y en otras ciudades españolas. 4/ Luz verde a la despenalización en el Congreso. En 1978 en Congreso de los Diputados aprobó el proyecto de ley para despenalizar la venta y la divulgación de los anticonceptivos, lo que implicó la eliminación de cualquier mención a los mismos en el artículo 416 del Código Penal. A partir de este momento comienza a tejerse una red de centros municipales de planificación familiar por todo el territorio nacional, como parte de la red sanitaria general. Y bien, ¿te sorprende lo mucho que han cambiado las políticas de anticoncepción en España en tan solo unas décadas?
Siete mitos sobre la píldora anticonceptiva
La utilizan millones de mujeres a diario y es uno de los métodos de contracepción más utilizados en la actualidad. Pese a ello, aún existen muchos mitos sobre la píldora anticonceptiva que conviene revisar. Tanto si estás pensando en comenzar a tomarla, como si ya lo haces, debes tenerlos presentes. En las siguientes líneas vamos a dar respuesta a esos siete mitos más comunes que llegan a menudo hasta nuestras consultas: 1.»La píldora anticonceptiva engorda» Cuando comienzas a tomarla, los primeros tres meses puedes experimentar un poco de retención de líquidos. Sin embargo, una vez finaliza el periodo de adaptación, no hay estudios que demuestren que la píldora anticonceptiva engorde. No obstante, debes tener en cuenta que el cuerpo de cada mujer es distinto. Por eso, si se detecta un aumento de peso significativo después de comenzar a tomarla, debes consultarlo con un especialista. Así podremos revisar tus hábitos alimenticios y analizar el ejercicio físico que realizas para averiguar qué está pasando. Si se considera oportuno, se puede cambiar a otro tipo de píldoras. 2. «La píldora provoca dolores de cabeza y migrañas» La reacción de cada mujer a las hormonas de la píldora puede variar mucho. En algunos casos puede haber ciertas molestias durante el periodo de adaptación, que dura unos tres meses. Sin embargo, lo normal es que estos dolores de cabeza y migrañas sean leves y desaparezcan pronto. Si no fuera así, o si el dolor viene acompañado de destellos, acude a tu médico lo antes posible para que pueda orientarte o cambiar este método anticonceptivo por otro sin estrógenos. 3. «Tomar la píldora causa anemia» Muchas mujeres sufren fuertes hemorragias durante la menstruación, lo que puede provocar anemia ferropénica. Sin embargo, con la píldora se consigue frenar la pérdida de hierro. De hecho, uno de sus principales beneficios es que los sangrados pasan a ser más regulares y menos abundantes. Si alguien te dice lo contrario, explícaselo: es uno de los mitos sobre la píldora anticonceptiva. 4. «La píldora favorece la aparición del acné» Una de las preocupaciones de muchas mujeres a la hora de elegir la píldora como método anticonceptivo es si favorece o no la aparición de acné. En realidad, es más bien al contrario: la píldora puede recetarse para tratar este problema. La dosis de hormonas que aporta la píldora ayuda a regular y a estabilizar la inflamación de las glándulas pilo-sebáceas, que son las que hacen que el poro se tapone y aparezcan lesiones cutáneas. 5. «La píldora disminuye el deseo sexual» Lo normal es que las mujeres que utilizan este método anticonceptivo disfruten plenamente de sus relaciones, sintiéndose protegidas ante posibles embarazos no deseados. No obstante, existe un porcentaje muy pequeño de casos en los que sí disminuye el deseo sexual. Cuando esto ocurre el ginecólogo puede recomendar el cambio a otro tipo de píldora. 6. «Dificulta el embarazo», otro de los mitos sobre la píldora anticonceptiva La píldora es un método anticonceptivo reversible. Al dejar de tomarla el ovario vuelve a funcionar de forma normal. Por tanto, si estás tomando la píldora y quieres quedarte embarazada, lo que debes hacer es pedir cita con tu doctor. Lo recomendable es hacer la consulta preconcepcional unos tres o cuatro meses antes de dejar de tomarla, para comenzar a prepararte. 7. «La píldora protege de las infecciones de transmisión sexual y del VIH» Aunque estés tomando la píldora anticonceptiva, debes tener claro que continúas siendo vulnerable a todo tipo de infecciones de transmisión sexual y al VIH. Si existe riesgo de contagio, o si no se trata de una pareja estable, lo recomendable es utilizar siempre el «doble método» de píldora más preservativo. Como ves, este anticonceptivo hormonal tiene pros y contras que debes conocer, pero no te creas lo primero que escuches. Ante cualquier duda, lo mejor es acudir a tu ginecólogo de confianza. Solo así evitarás ser víctima de informaciones falsas y de los numerosos mitos sobre la píldora anticonceptiva que todavía persisten en nuestra sociedad.
6 preguntas clave sobre el DIU de cobre
Uno de los métodos anticonceptivos reversibles de larga duración más conocidos es el Dispositivo Intrauterino o DIU de Cobre. Aunque en España su uso no está tan extendido como en otros países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en todo el mundo hay unos 160 millones de mujeres que utilizan este sistema. ¿Qué sabemos sobre este dispositivo y sus aplicaciones? En este artículo vamos a dar respuesta a 6 preguntas clave relacionadas con los DIU de cobre: 1. ¿Cuál es el mejor tipo de DIU de cobre? Un DIU es un perqueño objeto de plástico que tiene forma de T. Tiene dos brazos flexibles y se acomoda fácilmente en el útero para impedir temporalmente el embarazo. Los DIU de cobre han ido evolucionando mucho a lo largo del tiempo y actualmente hay una amplia variedad de modelos disponibles. Los más recomendables, tal y como indica la propia SEGO, son los DIUs de tercera generación o liberadores de cobre de alta carga (>300 mm). Además de los de cobre, existen otro tipo de DIU, los hormonales, que liberan progestina para lograr el mismo efecto. 2. ¿El DIU es un método seguro? ¿Cómo funciona exactamente? El DIU es un método muy eficaz, pues una de sus ventajas es que no requiere de la participación de quien lo utiliza, sino que una vez instalado actúa por si solo. Esto favorece su adecuado cumplimiento y hace que la tasa de continuidad sea elevada. Los DIUs con una mayor concentración de cobre (unos 380 mm) son los que tienen una mayor eficiencia. En estos casos las tasas de embarazos escilan entre 0,1 y 1,0%. Hay diversos mecanismos de acción para los DIU de cobre. De este modo, mientras que algunos actúan destruyecto los espermatozoides otros lo hacen impidiendo su paso al espesar el moco del canal del cuello del útero. 3. ¿Se debe tomar alguna medida especial antes de la inserción del DIU? Lo más importante es asegurarse de que no existe ninguna posibilidad de embarazo antes de la inserción. El especialista también deberá evaluar si hay signos de infección durante la exploración previa que se realiza. Además, tu ginecólogo de confianza te informará de todos los detalles sobre este método anticonceptivo y la duración de este efecto. Asesorará también sobre posibles cambios en el patrón menstrual, como un periodo más prolongado o abundante, sangrado irregular o dolor. Estos efectos suelen ser transitorios y tienen a desaparecer después de 3 a 6 meses de uso. 4. ¿Cómo se coloca y se extrae un DIU? Siempre que se tenga la seguridad de no estar embarazada, puede colocarse un DIU en cualquier momento del ciclo menstrual. El proceso es sencillo, suele durar unos 15 minutos y puede hacerse dentro del consultorio con un aplicador especial. Tras su inserción por parte de un profesional, este método comenzará a actuar al poco tiempo. Debes seguir las recomendaciones que te dé un doctor para evitar cualquier tipo de complicaciones. Cuando quieras retirarlo o cambiarlo podrás hacerlo sin problemas tras visitar nuevamente al especialista. Un DIU de cobre puede permanecer en nuestro cuerpo durante unos diez años. 5. ¿Qué problemas pueden aparecer durante la inserción? En algunos casos durante la inserción del DIU pueden aparecer algunos efectos como mareos, necesidad de dilatación cervical, dolor o imposibilidad de inserción. La tasa de perforación uterina es muy baja. Tras la primera mestruación o después de 3 a 6 semanas es habitual realizar una visita de control con el ginecólogo. También es recomendable hacerse una ecografía para verificar que está ubicado en el lugar correcto. 6. ¿Qué efectos adversos puede provocar? Como principal inconveniente del DIU de cobre está el cambio en el parón de sangrado y dolor menstrual que puede producir. Ello suele ser más habitual en los primeros meses y normalmente mejora con el tiempo. Aunque no es nada frecuente, existe la posibilidad de que el método falle. Esto es más probable dentro del primer año de utilización. No se recomienda el uso del DIU en mujeres con un historial médico con infecciones pélvicas o en los órganos femeninos. Tampoco se debe utilizar en caso de padecer enfermedades sexuales o de ser alérgicas al cobre. Pese a estas excepciones, el DIU de cobre suele ser una buena opción para mujeres de cualquier edad que no deseen quedarse embarazadas al tener más de un 98% de efectividad y ser un método discreto y de sin efecto sobre el riesgo de cáncer.