Cuando hay lesiones en el pecho que no se pueden diagnosticar con otros métodos, el especialista puede requerir una prueba especial: la biopsia de mama por punción, que permite obtener una muestra de tejido para analizarlo y recomendar el tratamiento adecuado. ¿Cuándo se suele pedir? ¿Exactamente cómo se lleva a cabo? Te lo contamos en este artículo. ¿En qué casos está indicada una biopsia de mama por punción? Por lo general esta prueba está indicada para el estudio de: Microcalcificaciones Nódulos en las mamas Distorsiones de la arquitectura de esta zona Para realizar esta prueba es necesario que la paciente tenga, al menos, 4 horas de ayuno y los resultados de los test de coagulación. Tampoco debe haber tomado ninguna aspirina o medicación anticoagulante en la semana previa a la biopsia. ¿Cuál es el procedimiento más habitual para realizar una biopsia de este tipo? Una vez el especialista esté seguro de que puede llevarse a cabo esta intervención, utilizará una aguja especial para extraer entre dos y diez muestras de tejido. Hay varias técnicas para hacerlo, ya que la biopsia puede estar guiada por una mamografía o por una ecografía. En ambos casos se desinfectará la zona y se administrará anestesia local para evitar el dolor. Las muestras se envían al laboratorio para su análisis. Con el fin de evitar o minimizar los hematomas, al finalizar se suele realizar una compresión sobre esta zona. En los días siguientes a la biopsia se puede experimentar algo de dolor, por lo que el doctor puede recomendar tomar cierta medicación. Aunque las infecciones son poco habituales en este tipo de intervenciones, si hubiera mucha hinchazón y enrojecimiento creciente en la zona no debes esperar: acude a consulta lo antes posible. Si todo marcha con normalidad, lo habitual es volver al cabo de unos días para conocer el resultado de la biopsia.
¿Por qué el calostro es amarillo?
La leche que la madre produce los primeros días después del parto es visiblemente diferente a la que tendrá en días posteriores. Se trata del calostro, un líquido que contiene muchas sustancias que fortalecen y protegen el sistema inmunológico del bebé. Por tanto, no debes hacer caso de los falsos mitos que aseguran que esta leche debe desecharse por ser antihigiénica. No hay que esperar a que salga la leche blanca porque, aunque el color sea algo diferente, no es algo malo. ¡Al contrario! ¿Te preguntas por qué el calostro es amarillo? Todo tiene una explicación. Motivos que explican por qué el calostro es amarillo El color amarillo o anaranjado del calostro tiene que ver con su composición. Se trata de una leche muy rica en betacarotenos, lo que previene de muchas patologías en los primeros días de vida. Además de ser muy nutritiva, contiene un alto aporte de proteínas y vitaminas. De hecho tiene hasta 95 compuestos distintos y todos ellos son beneficiosos para el bebé, ayudándole a adaptarse en sus primeras horas fuera del vientre materno. Podemos decir que es un cóctel inmunológico que actúa como una primera vacuna. Su alto contenido en sodio, potasio, cloruro y colesterol estimula el crecimiento adecuado del corazón, el cerebro y el sistema nervioso central. Este calostro comienza a producirse entre las 12 y las 16 semanas de gestación, siendo más habitual identificarlo de una forma más clara en el segundo embarazo. ¿En qué momento debe iniciarse la lactancia? En condiciones normales la lactancia debería iniciarse en la primera media hora después del parto. En el caso de cesáreas, cuando las mamás deben estar más tiempo en observación antes de subir a planta, la recomendación es hacerlo tan pronto sea posible. Un bebé puede realizar entre 8 y 12 tomar diarias de calostro, hasta que se cumplan aproximadamente unas 72 horas desde su nacimiento. Se trata de cantidades muy escasas pero que bastan para evitar infecciones, revestir la mucosa gástrica del pequeño con una capa protectora y alimentarle hasta que llegue la leche de transición.
Cáncer de cuello uterino: causas, síntomas, factores de riesgo y prevención
Una mutación en las células es lo que provoca la aparición del cáncer de cuello uterino, uno de los más frecuentes en mujeres junto con el de mama. Pero, ¿cuáles son las causas, síntomas y factores de riegos de esta enfermedad? ¿Puedes prevenir que esto suceda? Veamos. Causas más habituales del cáncer de cuello uterino El cáncer de cuello uterino suele estar relacionado con varias cepas del virus del papiloma humano (VPH). Normalmente el sistema inmunitario es capaz de impedir que el virus afecte a las células del cuello del útero. Sin embargo, a veces sobrevive durante años hasta que algunas de estas células de la superficie se vuelven cancerígenas. A diferencia de las células normales, las anormales crecen sin control y no mueren, lo que hace que se acumulen y se forme una masa o tumor que invade los tejidos aledaños y otras partes del cuerpo. Además del VPH otros factores, como el entorno o el estilo de vida que lleves, también pueden hacer que las probabilidades de padecer esta enfermedad aumenten. Por lo general se suele diferenciar entre dos tipos de cáncer de cuello de útero: el carcinoma epidermoide, que es el más frecuente, y adenocarcinoma, que comienza en las células glandulares. Síntomas que pueden alertarnos sobre este tipo de cáncer En la fase inicial el cáncer de cuello uterino no produce ningún síntoma. En etapas más avanzadas, sí pueden darse los siguientes signos clínicos: Sangrado vaginal. Éste puede producirse después de una relación sexual, entre menstruaciones o en la menopausia. Secreciones vaginales anormales. Normalmente son sanguinolentas y tienen mal olor. Dolor pélvico o en el momento de mantener relaciones sexuales. Si detectas cualquiera de estos indicios lo mejor es que pidas cita con tu ginecólogo para poder realizar una exploración completa y las pruebas diagnósticas necesarias. ¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de cuello de útero? Aunque es imposible eliminar el riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero, hay ciertos factores que sí pueden influir. Por ejemplo: Cuando se tienen muchas parejas sexuales. Si tú o tu pareja habéis tenido relaciones sexuales con muchas personas distintas, hay más probabilidades de adquirir el virus y, por ende, de desarrollar este tipo de cáncer. Otras infecciones de transmisión oral. Tener clamidia, gonorrea, sífilis o VIH/Sida puede hacer que el riesgo sea más elevado. Un sistema inmunitario débil. Cuando hay otra enfermedad que debilita el sistema inmunitario y tienes el VPH es necesario estar más alerta. El tabaquismo se relaciona con el desarrollo de éste y otros tipos de cáncer. Para poder minimizar este riesgo, se recomienda hacerse exámenes periódicos de Papanicolau, con el fin de poder controlar o tratar a tiempo esta infección. Por otro lado es importante tener relaciones sexuales seguras, evitar fumar y vacunarse contra el VPH.
Cuándo acudir al ginecólogo por primera vez: cuatro momentos clave
Aunque no haya ningún problema aparente, las consultas ginecológicas regulares son necesarias a lo largo de la vida de una mujer. Sin enbergo, si nunca has ido a una, es normal que te preguntes cuándo acudir al ginecólogo por primera vez. En realidad, hay cuatro momentos clave en los que se recomienda hacerlo: Con la llegada de la primera menstruación. Ésta no es una visita estrictamente obligatoria, pero sí recomendable. Te ayudará a resolver todas las dudas que puedan surgirte en relación a la sexualidad y a los cambios que está experimentando tu cuerpo. Al tener las primeras relaciones sexuales. El ginecólogo realizará una primera evaluación para confirmar que todo está bien y, además, informará y aconsejará a la paciente para evitar conductas de riesgo en sus primeras relaciones sexuales. Cuando se quiera comenzar con la píldora En el momento en el que decidas tomar la píldora anticonceptiva es necesario pedir una cita ginecológica. Tras una evaluación de tu caso, se comprobará que no haya ningún impedimento y el doctor te dará las pautas a seguir a la hora de utilizar este método; además, un especialista te informará de cuáles son las ventajas y desventajas respecto a otras opciones. Si tienes irregularidades en tu regla Durante los primeros años de menstruación pueden existir periodos bastante irregulares que tienden a estabilizarse con el tiempo. Cuando la duración de los ciclos es demasiado variable es importante que pidas hora con el ginecólogo para que pueda comprobar si existe o no algún problema médico. Cualquiera de estos cuatro momentos pueden llevarte a visitar al especialista. En esta consulta inicial. no tienes nada de qué preocuparte. Al inicio te realizaremos una serie de preguntas para tu historial ginecológico. Si no hay circunstancias excepcionales, lo normal será que realices una nueva revisión cada año para asegurarte de que todo marcha bien.
Principales diferencias entre menopausia y climaterio
Aunque los términos menopausia y climaterio están relacionados con la misma etapa del ciclo reproductivo de la mujer, no son lo mismo. En el primer caso estamos ante el fin de la menstruación, mientras que el segundo proceso tiene que ver con los cambios que se experimentan a medida que se pierde capacidad reproductiva. Sigue leyendo para conocer las principales diferencias entre menopausia y climaterio. La Menopausia Hablamos de una fecha concreta, que marca la última menstruación en la vida de una mujer. La menopausia determina el fin de su etapa fértil, como consecuencia de una disminución en la producción de hormonas relacionadas con la reproducción. Por ejemplo, los estrógenos y la progesterona. Para determinarla es necesario que transcurran 12 meses consecutivos sin menstruación, punto a partir del cuál se identifica el día exacto de forma retrospectiva. De este modo, si una mujer tuvo su última menstruación el 15 de enero de 2018 y no volvió a menstruar, se deberá esperar hasta el 15 de enero de 2019 para asegurar la fecha de inicio de la menopausia. El Climaterio Por su parte, el climaterio hace referencia a un proceso y no a un punto concreto. Este ciclo comienza alrededor de los 40 años y está marcado por una disminución de la actividad ovárica y de la fertilidad. Las mujeres pueden comenzar a experimentar los siguientes síntomas. Aparición de irregularidades en la menstruación. Es típico que haya ciclos más cortos, de entre 23 y 25 días. En una segunda fase tienden a ser más largos, de entre 35 o 40 días. Comienzan a tenerse sofocos. Se experimenta una sensación de calor que sube desde el cuerpo hacia la cabeza. Cambios en el estado de ánimo. Más irritabilidad, episodios de angustia o de ansiedad. Esto se debe a que la merma en la cantidad de estrógenos provoca trastornos en el comportamiento. Suele ser habitual que haya una disminución del deseo erótico y también la aparición de dolor durante las relaciones sexuales. Más allá de las diferencias entre menopausia y climaterio Aunque presenta signos muy característicos, no estamos ante una patología, sino ante una serie de cambios normales en el cuerpo de la mujer. Lo que sí tienen en común la menopausia y el climaterio es que marcan el comienzo de una nueva etapa en la se debe prestar una mayor atención a la salud. Los exámenes mamarios y ginecológicos regulares son muy importantes durante este periodo. También el llevar un estilo de vida saludable con una dieta adecuada y ejercicio regular.
¿Se puede montar en bicicleta estando embarazada?
Durante la última década montar en bici durante el embarazo ha dejado de ser una actividad contraindicada para gestantes. Pedalear a dos ruedas es posible. Eso sí, no en todos los casos y además deben extremarse las precauciones. Sigue leyendo este post para saber cómo y cuándo se puede montar en bicicleta estando embarazada. La actividad física moderada es importante En el caso de gestantes sanas y en embarazos que no presentan complicaciones, el ejercicio moderado es recomendable. Una mejor condición cardiovascular, una correcta tonificación muscular y la ayuda a la postura son solo algunos de sus beneficios. La actividad física también es necesaria para evitar un aumento excesivo de peso y la diabetes gestacional. Esta práctica también suele acortar el tiempo de hospitalización postparto. Asimismo, las mujeres deportistas suelen ser menos propensas a las cesáreas. Precauciones antes de subir en bici Si tu embarazo se desarrolla con normalidad y no hay ninguna contraindicación, puedes ir en bici teniendo en cuenta algunas indicaciones: Regula la intensidad La actividad, en todos los casos, debe ser moderada. Se recomienda pedalear no más de 45 o 60 minutos sin picos de esfuerzo. La percepción de tu cansancio es fundamental: si experimentas calor excesivo o falta de aire no dudes en parar, pues tu cuerpo te está diciendo que está agotado. En relación a esto, debes tener en cuenta que durante el primer trimestre el riesgo de aborto es mayor y un esfuerzo excesivo podría actuar como detonante, por lo que es doblemente necesario regular el gasto de energía durante este período. Elige rutas seguras Si estás en la ciudad, no te muevas por lugares con mucho tráfico o donde compartas la misma carretera con coches. Es recomendable moverse por carriles para bici que discurran por zonas tranquilas. Además, elige rutas sin desniveles pronunciados. Si sales al campo, no vayas por un terreno abrupto para evitar que aumente el riesgo de caídas. Una bici que se adapte a tu situación Busca un modelo urbano, con un asiento ancho y corte bajo que te permita ir erguida y con la espalda recta. Una postura cómoda evitará que te canses rápido y hará que la experiencia sea más placentera. ¿Hasta que punto se puede montar en bicicleta estando embarazada? Tradicionalmente se ha evitado esta práctica a partir del quinto mes. Sin embargo, si el embarazo no presenta complicaciones y la madre tiene un buen nivel físico previo podría seguir un poco más allá. No obstante, es tu médico de confianza quien tiene la última palabra al respecto, pues cada caso es diferente. Por otro lado, recuerda que el embarazo no es un buen momento para comenzar nuevas prácticas deportivas, por lo que si no acostumbras andar en bici regularmente es preferible que optes por dar buenos paseos o por ejercicios para reforzar el suelo pélvico.
¿Qué complicaciones puede tener una embarazada con obesidad?
El embarazo de una mujer con alto sobrepeso comporta riesgos mayores. Esta situación puede afectar tanto a la madre como al bebé, por lo que se deben extremar los controles médicos. Sigue leyendo para conocer qué complicaciones puede tener una embarazada con obesidad y qué opciones hay para tratar de minimizarlas. Las principales complicaciones de una embarazada con sobrepeso Entre los problemas más graves que enfrenta una gestante obesa están la hipertensión y la diabetes gestacional. Si no es debidamente monitorizada durante el embarazo, la hipertensión puede degenerar en preeclampsia. Esta condición afecta seriamente el crecimiento del bebé, además de causar daños en los riñones y en el hígado de la madre. Por otro lado, la diabetes gestacional puede generar complicaciones durante el parto. Además, sin una dieta adecuada, la madre puede desarrollar diabetes tipo 2 después de haber dado a luz. ¿Cuáles son los riesgos para el feto? Los niños de mujeres obesas pueden sufrir diversas afecciones. Entre las complicaciones relacionadas con el peso, se han detectado malformaciones en el feto y macrosomías (bebés que nacen con pesos elevados). Otros problemas son una mayor tasa de abortos y de mortalidad perinatal, es decir, en los primeros siete días de vida del pequeño. ¿Hay mayor posibilidad de problemas durante el parto? En el caso de bebés de gran tamaño o con problemas de crecimiento se deberá provocar un parto anticipado, utilizando medicamentos de dilatación que causan procesos más largos y complejos. Además, en un parto con niños excesivamente grandes se deben utilizar instrumentos como ventosas, fórceps o espátulas. Ello hace que el riesgo de desgarros y hemorragias en la zona genital de la madre aumente. Ejercicio y buena alimentación, dos pilares para evitar los embarazos difíciles Hablamos de obesidad cuando nuestro índice de masa corporal es mayor a 30. Una mujer con estas características que desee quedar embarazada, debe tener en cuenta los riesgos y tratar de minimizarlos antes de concebir. Durante todo el proceso de gestación su peso no debería incrementar más de 5 o 9 kilos. En cualquier caso, una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicios adecuada a su estado serán las mejores herramientas para llevar el embarazo a buen término.
Principales síntomas de un embarazo ectópico
Un embarazo ectópico se produce cuando el óvulo fertilizado no llega a implantarse correctamente en el lugar preparado para el crecimiento del feto – el útero-, y comienza a desarrollarse en un lugar inadecuado. Generalmente tienen lugar en el canal que conecta los ovarios con el útero, llamado Trompa de Falopio. Se trata de una condición muy peligrosa para las madres, por lo que es fundamental estar atento para evitar complicaciones. Conoce en este artículo cuáles son los principales síntomas de un embarazo ectópico. ¿Cuáles son las señales que avisan de un embarazo ectópico? Así como un embarazo normal puede no detectarse hasta el segundo o el tercer mes, los ectópicos también pueden tardar en manifestarse. De hecho, un gran porcentaje de mujeres con esta condición no muestran ningún tipo de síntoma durante las primeras semanas. Los primeros signos incluyen sensibilidad o molestias en las mamas, nauseas, vómitos o incremento en la frecuencia de micción. En una etapa más avanzada, el síntoma más típico será la aparición de cólicos en la pelvis, junto con la ausencia de menstruación. El crecimiento del embrión en el lugar incorrecto causará la distensión de la trompa, lo que puede provocar una serie de problemas de salud que deben tratarse cuanto antes por un especialista para que no vayan a más. Las molestias pueden – incluso- extenderse a otras partes del cuerpo como el abdomen, los hombros o el cuello. Este dolor puede ser progresivo o aparecer de manera súbita con una gran intensidad. ¿Como se trata un embarazo de estas características? Un embarazo ectópico es un riesgo para la vida de la madre, por lo que debe ser tratado de inmediato. En la actualidad se privilegia el tratamiento a la cirugía, aunque todo depende de lo avanzado que esté el embarazo y del estado de la paciente. Si se ha detectado antes de la rotura de la trompa, se puede recurrir a fármacos para interrumpir el desarrollo del crecimiento del feto. Otra posibilidad, en otros casos, es recurrir a una laparoscopia. Con esta intervención quirúrgica se busca acabar con el riesgo que supone este embarazo y, al mismo tiempo, preservar la fertilidad de la mujer lo máximo posible.
Mycoplasma, una ETS cada vez más frecuente
El Mycoplasma es una enfermedad de transmisión sexual poco conocida, pero cada vez más extendida. Se calcula que afecta a cerca del 1% de la población mundial, con edades comprendidas entre los 16 y los 44 años. En 2015 fue catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un patógeno de transmisión sexual de importancia creciente. Pero, ¿qué es el Mycoplasma genitalium y cómo se contagia? Esta enfermedad, de origen bacteriano, ataca el tracto genitourinario de ambos sexos. En los hombres causa infecciones urinarias (uretritis), mientras que en las mujeres está asociado a una inflamación en el cuello del útero (Cervicitis) y con la Enfermedad Inflamatoria Pélvica, también conocida como EIP. Esta dolencia se transmite a través de prácticas sexuales sin protección por vía vaginal, anal u oral. Además, suele tener mayor incidencia en personas que ya presentan otra Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). Cuáles son los principales síntomas La detección puede ser compleja, ya que a menudo la enfermedad no muestra síntomas durante sus primeras etapas. Por ello, muchas personas que la padecen no lo saben y este desconocimiento aumenta los índices de propagación. Esta afección puede tardar 6 meses o más en desarrollarse y se manifiesta de manera diferente en hombres y en mujeres: Signos de Mycoplasma genitalium en hombres: La infección genera una inflamación en la zona de la uretra que causa picor o ardor al orinar (disuria). También puede observarse secreción de pus, dolor testicular e incluso prostatitis. Otros síntomas son el dolor y la inflamación articular. Síntomas de la enfermedad en mujeres: La bacteria se aloja en el aparato reproductor femenino, dando lugar a diferentes síntomas. El más común es una inflamación del cuello del útero, que puede causar escozor al expulsar la orina o sangrado durante las relaciones. La alteración del flujo vaginal o un fuerte olor en el mismo, es otra señal de infección. El Mycoplasma también causa molestias pélvicas y dolor al caminar como resultado de una hinchazón en la uretra. Actualmente se encuentra bajo estudio la influencia de esta afección con casos de infertilidad y embarazos ectópicos. Tratamiento y prevención del Mycoplasma Aunque no hay pruebas específicas para la identificación de esta bacteria, puede detectarse a través de tests de orina – en el caso de los hombres – y del análisis del cuello uterino en las mujeres. El tratamiento, en caso de confirmarse el diagnóstico, consiste en la administración de antibióticos durante un período que puede llegar a las dos semanas de duración. La prevención incluye un comportamiento sexual seguro, como la utilización de preservativo. Además, es fundamental que ante cualquier signo, se consulte cuanto antes con un especialista.
Beneficios de la música durante el trabajo de parto
Durante el parto, tanto la madre como el bebé experimentan ansiedad y estrés. Por eso, cada vez hay un mayor interés en propiciar ambientes más relajados, para que el momento de dar a luz sea lo menos traumático posible. Escuchar melodías agradables es una de las técnicas más novedosas. Conoce cuáles son los beneficios de la música durante el trabajo de parto. Un método cada vez más elegido La capacidad terapéutica de la música está probada por numerosos estudios. Reduce el nerviosismo y ayuda a hacer el proceso más llevadero. Centros hospitalarios españoles como el Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón ya ofrecen este servicio. En sus instalaciones ya hay salas preparadas para que las futuras mamás y sus bebés puedan beneficiarse de ello. Menos ansiedad durante el proceso de dar a luz La música logra que madre e hijo estén más tranquilos. Una mujer con menos miedo tendrá un mayor autocontrol y se sentirá más segura de sí misma en los momentos críticos. Además, estar más relajada influirá positivamente en el bebé, que se mostrará menos ansioso y con menor estrés en sus primeros instantes fuera del seno materno. Ayuda a combatir el dolor del parto Con la música el cuerpo libera endorfinas. Estas hormonas tienen una función analgésica y de bienestar, lo que tendrá un efecto sedante muy eficaz en la paciente. El estímulo de nuestras sensaciones auditivas también distrae, lo que ayuda a calmar los padecimientos del parto. La musicoterapia, en partos normales, también hace que se reduzca el tiempo de expulsión, acortando la exposición al dolor. Mejora la relación de los primeros instantes entre el bebé y la madre Escuchar música aumenta la producción de dopamina. Esta hormona genera mayores niveles de alegría y motivación; además está íntimamente conectada con la identificación entre madre e hijo que se da en los primeros momentos tras el parto. A la hora de elegir la música, lo mejor es privilegiar aquellos sonidos o canciones que despierten recuerdos positivos en la madre. Las melodías suaves y de ritmos lentos son las más apropiadas. Sobre todo, es fundamental crear un ambiente adecuado para dar la bienvenida al mundo a un nuevo ser humano.