¿Estás pensando en quedarte embarazada? En ese caso es importante que prestes más atención a la alimentación y que realices una serie de cambios para una gestación saludable. Las frutas y verduras son buenas aliadas para prevenir problemas en el desarrollo del cerebro y en la médula espinal del bebé. Toma nota en este post de cuáles son los alimentos ricos en ácido fólico más recomendados. Las verduras de hojas verdes La rúcula, las acelgas, los berros o las espinacas son alimentos ricos en ácido fólico. El perejil es otro ejemplo. Aunque se come en menor proporción, puedes picarlo y agregarlo a todas tus sopas y cremas. El brócoli también es una verdura muy recomendable. Puedes consumirlo al vapor o en crudo, para aprovechar todas sus propiedades. Legumbres, cocinadas o en la ensalada Para aumentar el consumo de ácido fólico es bueno que incorpores judías, garbanzos, soja y guisantes a tu dieta, entre otras legumbres. Puedes hacerlo como más te guste, ya sea cocinadas o en ensaladas. Según la época del año seguro que te apetecerá más de una forma que de otra. Los frutos secos Un tentempié rico en ácido fólico son los frutos secos. Incluye en tu día a día las nueces, las avellanas, las almendras y las castañas. Además de comerlas como aperitivo también puedes triturarlas para agregarlas a cremas de verduras o en trocitos en una buena ensalada. El aguacate, un gran aliado: Esta fruta tiene muchas propiedades buenas para la salud, ya que contiene ácidos grasos, vitamina K, fibra y ácido fólico. Si no quieres que se oxide rápidamente puedes añadirle un poco de zumo de limón. Puedes comerlo en ensaladas, triturado con tomate o cebolla o como acompañamiento en una rebanada de pan integral. El hígado de ternera Este alimento contiene tasas altas de ácido fólico. Para que te hagas una idea, unos 100 gramos aportan más de 250 mg de ácido fólico. Es por ello que se recomienda consumirlo durante el embarazo. Los espárragos Otro de los alimentos en los que el ácido fólico abunda son los espárragos. Con solo 250 gramos cubrirás el 65% del aporte diario que necesita el organismo. Un apunte: los verdes tienen mayor cantidad de vitaminas del grupo B que los blancos. Y por último, naranjas Para el postre, nada como unas buenas naranjas. Ten en cuenta que los cítricos tienen ácido fólico. También las fresas y las frambuesas son una buena opción. Cómelas enteras, antes que exprimidas. Así aprovecharás mejor sus propiedades. Gracias a la vitamina B9, que es la del ácido fólico, se pueden prevenir malformaciones en el bebé y ciertas enfermedades congénitas. Por eso es importante que los niveles se mantengan estables durante todo el embarazo mediante una alimentación adecuada. Además, existen algunos suplementos alimenticios para garantizar los mínimos recomendados desde antes de la concepción, tanto para el padre como para la madre. Para cualquier duda al respecto, consulta con tu ginecólogo de confianza.
Un 40% de las mujeres sufre problemas vaginales durante la menopausia
El tratamiento y el control ginecológico son claves para dar solución a los problemas vaginales durante la menopausia. Éstos pueden derivarse de los cambios hormonales que se producen durante esta etapa y que inciden en aquellos órganos relacionados con los estrógenos. La secreción vaginal se reduce y ello motiva la aparición de picores, irritación y dolor en las relaciones sexuales. Tal como explica el doctor José Luis Herraiz Roda, ginecólogo del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón, “con la disminución considerable de estrógenos que se produce tras la menopausia, los tejidos de la vagina suelen perder grosor, humectación y elasticidad. Estos cambios que afectan el área urogenital de la mujer en la menopausia se conocen como vaginitis atrófica». De hecho, se estima que más del 40 por ciento de las mujeres postmenopáusicas tiene dolor vaginal con sensación de ardor o picazón, flujo vaginal escaso, ardor al orinar, sangrado escaso después de la relación sexual o dolor durante la misma. Estos síntomas, además de ser muy incómodos, afectan directamente a la salud sexual, añade el especialista. Tratamiento y hábitos diarios Para aquellas mujeres con problemas de atrofia vaginal es fundamental que el ginecólogo prescriba un tratamiento hormonal adecuado. Así puede compensarse la falta de estrógenos provocada por la menopausia. “El tratamiento a base de estrógenos, -comenta el doctor Herraiz-, asegura la restauración del pH vaginal, aumenta las secreciones y evita el malestar debido a esa sequedad”. Adquirir hábitos saludables también ayuda a mejorar la hidratación de la zona. La ingesta de agua a lo largo del día, por ejemplo, aumenta los fluidos. Por otro lado, es bueno evitar el tabaco y el alcohol, ya que disminuyen los estrógenos. A nivel de higiene íntima hay que tener en cuenta no utilizar productos que sean secantes. “Se deben adquirir jabones hipoalergénicos y que respeten el pH de la piel. Además, si se quiere una hidratación específica para la zona, hoy en día existen hidratantes con ingredientes 100% naturales”. La dieta también permite mejora la sequedad vaginal. En concreto, las isoflavonas imitan el efecto del estrógeno y se pueden encontrar en alimentos como la leche de soja, el tofu o los edamames. Según el ginecólogo del Centro Médico Dr. Herraiz, “es importante una dieta saludable y saber que alimentos como los aguacates, los aceites vegetales, las cerezas, las manzanas, las nueces y el pescado azul están repletos de grasa saludable que trabajará para darte una gran cantidad de beneficios que incluyen más humedad vaginal”.
¿Es posible quedarse embarazada con VIH?
Hasta hace poco pensar en formar una familia parecía algo vedado a las personas portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana. Entonces, ¿es posible quedarse embarazada con VIH? Lo cierto es que los avances en la ciencia han logrado que muchas personas que sufren esta enfermedad tengan vidas plenas sin tener que renunciar a traer una nueva persona al mundo. Tanto una mujer como un hombre seropositivo pueden tener descendencia. A continuación descubre las características del proceso y sus riesgos. Quedar embarazada siendo seropositiva Si una mujer portadora del VIH desea quedar embarazada, puede hacerlo extremando las precauciones. Lo primero a considerar es que la paciente tenga estabilizada la enfermedad, lo que evitará cambios en la medicación. Aún así, tomar medicamentos antiretrovirales durante el embarazo no evita completamente el contagio. El virus puede transmitirse a través de la sangre de la madre al hijo. También puede atravesar la placenta. Hay estudios que aseguran que, si una mujer portadora se medica adecuadamente durante el embarazo y su carga viral es baja al momento del parto, el riesgo de trasmisión al bebé desciende considerablemente. La carga viral al dar a luz es crítica. Si ésta es alta (más de 1000 copias por ml) una cesárea es altamente recomendada para evitar una posible transmisión. Una vez se produce el nacimiento se procede a realizar un análisis a la sangre del bebé. Los primeros resultados no son concluyentes. El bebé puede dar positivo, aunque no esté contagiado. Por el contrario, aunque no sea portador en ese momento, la enfermedad podría manifestarse durante sus primeros años de vida. Por protocolo, los recién nacidos deben comenzar a tomar AZT dentro de las 24 horas de vida y hasta las seis semanas, lo que reducirá el riesgo de que desarrolle esta afección. Una vez se da a luz no se debe amamantar al bebé, pues ésta es una de las formas en las que se puede transmitir el virus de la madre al hijo. Para no correr riesgos lo ideal es alimentarlo con fórmulas para lactantes. ¿Se puede ser padre teniendo VIH? Convertirse en padre también es posible si se es portador del VIH. Se utiliza para ello una técnica que implica el lavado del semen para eliminar el virus. Luego se procede a un conteo de la carga viral de la muestra resultante y, en el caso de que no exista rastro del virus, se puede utilizar para la fecundación. Con este sistema solo se puede realizar la fecundación in-vitro, debido a que el lavado del semen también conlleva una pérdida de espermatozoides. Esto hace que el líquido seminal no sea útil para otros tipos de reproducción asistida. Ya seas hombre o mujer, tener descendencia con VIH no es un proceso simple y hay que prepararse tanto física como mentalmente para llevarlo a cabo. En el caso de las mujeres, durante todo el proceso de embarazo y del parto existe cerca de un 20% de probabilidades de contagio. A la hora de buscar consejo y asistencia, siempre se debe acudir a un profesional. Tu ginecólogo te ayudará a tomar las mejores decisiones para protegerte a ti y a tu bebé.
¿Cuáles son las etapas de la vida fértil de una mujer?
Para ser madre es importante conocer tu cuerpo y cómo funciona. ¿Ya conoces cuáles son las etapas de la vida fértil de una mujer? Este periodo abarca unos 30 años en total, pero no todos los momentos son iguales para concebir. Por eso, a la hora de planear un embarazo, es fundamental conocer en qué etapa de tu vida te encuentras y cuáles son tus prioridades. 14 a 21 años: el inicio El ciclo de vida fértil de una mujer comienza alrededor de los 14 años. La primera menstruación a veces puede adelantarse, por lo que a esta edad gran parte de las mujeres ya han tenido su primera menstruación. Tras comenzar a ovular, el cuerpo de las jóvenes experimenta a un proceso de maduración que lleva unos siete años. Es un momento de muchos cambios a nivel corporal, pero también a nivel mental. En esta etapa es fundamental el acompañamiento de los padres y un primer contacto con tu ginecólogo. 21 a 30 años: la etapa más fértil A partir de los 21 años el cuerpo se encuentra en su mejor forma para gestar una nueva vida. Se trata de la etapa más fértil para la reproducción y, en el caso de mujeres que estén en pareja, deberán extremar las precauciones si aún no desean comenzar una familia. Este estadio coincide con el momento en el que una mujer está estudiando o desarrollando su carrera laboral. Es el momento de definir prioridades. 30 a 37 años: un lento declive El estado reproductivo femenino alcanza su punto álgido entre los 30 y los 31 años. Si bien a lo largo de los siete años siguientes la mujer seguirá contando con sus capacidades de reproducción, a partir de los treinta las reservas ováricas comienzan a decaer lentamente. 37 a 44 años: la ovulación cae en picado Una vez se llega a los 37 años la fertilidad decrece a mayor velocidad. Hay que tener en cuenta, además, que un embarazo después de los cuarenta comporta cierto riesgo, sobre todo si es el primero. Después de los 44 años: difícil, pero no imposible A partir de esta edad las posibilidades de ser madre son muy bajas. Aunque no es imposible, claro. En la actualidad existen tratamientos de fertilidad que pueden ayudar en la concepción. Conviene saber que hay más probabilidades de que el futuro bebé pueda tener anomalías. Recuerda que, ante cualquier duda sobre las etapas de la vida fértil de una mujer, lo más seguro es consultar con tu ginecólogo de confianza. Un profesional sabrá asesorarte de la mejor manera en esta maravillosa aventura de traer una nueva vida al mundo.
Alimentos que favorecen la fertilidad y ayudan a conseguir el embarazo
Una de las consecuencias de nuestro estilo de vida actual son los crecientes problemas de fertilidad en parejas. El estrés, los problemas emocionales y la falta de hábitos saludables a la hora de comer favorecen esta tendencia. Y es que la relación entre alimentación y fertilidad es mucho más estrecha de lo que se cree. Una dieta equilibrada, baja en grasas y rica en ciertos nutrientes, ha demostrado ser de gran ayuda a la hora de concebir. No solo para las mujeres, también en el caso de los hombres. Toma nota de esta lista de alimentos que favorecen la fertilidad y ayudan a conseguir el embarazo. Seis alimentos que te ayudarán a quedar embarazada Para quedar embarazada no existe una receta mágica. Tampoco soluciones instantáneas. En cuanto a la alimentación se trata de evitar aquellos productos que sabemos que no son buenos para nuestra salud y seguir una dieta saludable, con especial énfasis estos seis grupos de alimentos: Aceites de oliva y girasol: mejoran la ovulación y la acogida del óvulo fecundado. Algunos aceites vegetales suponen un importante aporte de zinc, uno de los metales más importantes para la fertilidad. Pescados azules: su aporte en ácidos grasos insaturados Omega-3 y Omega-6 es fundamental para la estimulación de las glándulas sexuales. Éstas tienen como función la producción de las hormonas encargadas de velar por la fecundación. Carne de ave: es preferible a la carne roja como fuente de proteína pura. Las proteínas son un ingrediente clave a la hora de lograr un metabolismo equilibrado. Gracias a esto se puede mantener un peso correcto y evitar así posibles anemias, una de las causas de infertilidad. Proteínas vegetales: en relación al punto anterior, es importante priorizar las proteínas de origen vegetal. Legumbres como lentejas, alubias y garbanzos aportan fibra y zinc. Las lentejas aportan además importantes dosis de hierro. Harinas integrales: se deben reemplazar aquellos carbohidratos de absorción más rápida como el pan o el arroz blanco por su equivalente integral. Esto nos ayudará a mantener la regularidad, sin alteraciones del ciclo menstrual, evitando picos de insulina en sangre por falta de azúcar. Ensaladas verdes y brócoli: Vegetales como la lechuga, las espinacas, las acelgas y otras plantas de hoja oscura nos aportan un soporte extra de fibras folatos, un precursor de la vitamina B que tan importante es en el ciclo del embarazo. El brócoli es un verdadero tesoro para la fertilidad: aporta vitamina A, vitamina C, B1, E, ácido fólico, calcio, potasio, magnesio, zinc, yodo y hierro. Finalmente, a la hora de pensar nuestra dieta, tan importante es lo que comemos como lo que no debemos comer. Hay alimentos que favorecen la fertilidad… y otros que todo lo contrario A la hora de buscar un embarazo debes tener en cuenta que también hay alimentos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud. La cafeína, los azúcares, el alcohol, las harinas refinadas, los edulcorantes, la soja, el trigo, la carne y los lácteos son algunos de los productos que debes evitar. Pero no solo es importate que los rehuyas durante la etapa en la que buscas quedar encinta. Una vez lo estés aún tendrás más motivos para ello. ¡No olvides que ya estarás comiendo por dos! Si estás pensando en quedar embarazada y tienes dudas sobre qué alimentación seguir, en nuestro centro contamos con especialistas en ginecología y nutrición que estarán encantados de orientarte. Solo tienes que escribir o llamar para pedir cita.
Nueva unidad de ejercicio oncológico en el Hospital Vithas Rey Don Jaime
Científicamente está demostrado que la actividad física es clave para mitigar los efectos secundarios de la medicación y ayudar al paciente de cáncer a sobrellevar mejor el tratamiento. Por ello se está a punto de inaugurar una nueva unidad de ejercicio oncológico en el Hospital Vithas Rey Don Jaime de Castellón. Elena García, coordinadora de la unidad, explica que “no hay motivo alguno para que una persona con cáncer no deba cumplir las recomendaciones mínimas de actividad física pautadas para la población. La propia OMS fija en 150 minutos a la semana el tiempo recomendado para obtener los beneficios que el ejercicio conlleva”. Ahora bien, ¿cuál es el ejercicio idóneo para estos pacientes? En realidad no hay una sola práctica deportiva que dé en los pacientes el 100% de los cambios que necesita, pues cada paciente es distinto según el cáncer que tenga, su gravedad, cómo responde su organismo, si se ha sometido a cirugía o a tratamientos diversos. Por ello es importante la individualización, para lograr los objetivos propuestos. Esto explica la necesidad de crear una unidad de ejercicio físico especializada. Ésta contará con un programa individualizado y con una serie de pautas en función del estado de cada persona. Beneficios del ejercicio físico durante y después del tratamiento del cáncer A grandes rasgos, hay dos importantes beneficios del ejercicio físico cuando se está recibiendo tratamiento contra el cáncer. Por un lado, mitiga los efectos secundarios de la medicación; por otro, ayuda a evitar la pérdida de masa muscular. Ejercitarse durante el tratamiento atenúa efectos secundarios como la fatiga, la debilidad o la pérdida de masa muscular; también ayuda a sobrellevar mejor el tratamiento. La importancia del ejercicio físico tras el cáncer: un programa personalizado Este programa conlleva un trabajo multidisciplinar, que se inicia con la recomendación de hacer ejercicio físico por parte del médico. Posteriormente se evalúa al paciente oncológico para conocer su capacidad cardiovascular, su composición corporal y fuerza máxima. Estas mediciones sirven para definir qué efectos secundarios tienen. Por otro lado permiren establecer el tipo de ejercicio físico y la cantidad que necesita cada persona. A partir de ahí, se inicia un plan personalizado, supervisado e individualizado. Al finalizar se hace otra medición para ver la evolución del paciente. También se le ayuda a mejorar su bienestar con protocolos de comportamiento basados en hábitos de vida saludables. A quién va dirigida la nueva unidad de ejercicio oncológico en el Hospital Vithas Rey Don Jaime Las pacientes susceptibles de participar en este programa son aquellas que están en tratamiento o lo han terminado y presentan unos efectos secundarios agudos. Los objetivos durante las sesiones es recuperar la masa muscular, la capacidad cardiovascular, prevenir la cardiotoxicidad y mejorar la movilidad articular. Todo este trabajo lo realiza un equipo multidisciplinar, en el que están los diferentes médicos, especialistas en ciencias de la actividad física y deporte, fisioterapeutas y psicooncólogos.
¿Se puede ser madre después de una abdominoplastia?
Tener un hijo conlleva un buen número de transformaciones en una mujer. Estos cambios son parte de un proceso natural maravilloso. Sin embargo, el embarazo también deja ciertas secuelas estéticas. Es por ello que, para recuperar su figura, algunas mamás deciden operarse. Ahora bien: ¿qué efectos puede tener una intervención de cirugía estética de cara a futuros embarazos? ¿Se puede ser madre después de una abdominoplastia? Veamos. ¿En qué consiste la abdominoplastia? La abdominoplastia es una intervención quirúrgica en la que se extirpa el exceso de piel y la grasa del abdomen. Su finalidad es recuperar el vientre plano y la firmeza en los músculos de esta zona del cuerpo. Está indicada para mujeres que han pasado por uno o más embarazos y que, como consecuencia, tienen los músculos del abdomen distendidos y la piel más flácida en ese área. También se realiza en pacientes que han sufrido grandes pérdidas de peso. En ocasiones no solo es necesario extraer la grasa, sino también suturar la musculatura de la pared abdominal para lograr un resultado duradero. Si me he operado… ¿se puede ser madre después de una abdominoplastia? La respuesta es sí. Tras una abdominoplastía no existen limitaciones físicas ni biológicas que te impidan volver a ser madre, ya que la técnica no afecta a los órganos reproductivos. Sin embargo, es conveniente tener en cuenta que, tras el nuevo embarazo, los resultados de la operación previa se perderán. Por eso lo recomendable es esperar a haber cumplido tus deseos de maternidad antes de elegir esta técnica. Sin embargo, no siempre se puede planear todo y, en caso de que quedes de nuevo en estado, siempre es importante informarse bien sobre cómo llevar este embarazo de la mejor manera. Lo que debes saber si quieres quedarte embarazada tras una abdominoplastia: En el caso de que quieras volver a quedarte embarazada tras una abdominoplastia siempre es bueno estar al tanto de lo siguiente: Es aconsejable dejar pasar, por lo menos, un año tras la intervención. De esta manera la musculatura abdominal estará fortalecida, los tejidos habrán cicatrizado perfectamente y la piel habrá recuperado su elasticidad. Para minimizar la aparición de estrías es conveniente el uso de productos adecuados para ello. Durante este nuevo embarazo es recomendable que la paciente extreme las precauciones para no ganar mucho peso durante la gestación. Además, es recomendable consultar si durante la primera intervención se colocó una malla abdominal para corregir la separación de los rectos. Llevar esta malla durante la gestación podría limitar la distensión propia del embarazo, causando que la pared abdominal ceda por zonas menos adecuadas. Un embarazo después de una abdominoplastia no es motivo de preocupación. Sin embargo, es fundamental acudir a cirujanos especializados y acreditados. Si piensas ser madre tras una intervención de este tipo, no dudes en consultar con nuestro equipo.
Síndrome del Shock Tóxico: qué es, síntomas y consejos para prevenirlo
Cada mujer conoce su cuerpo y sabe mejor que nadie cómo llevar esos días “incómodos” del mes de la mejor manera. Pero la salud no es solo sentirse bien, sino también cuidarse de potenciales riesgos. Como otros procesos naturales, la menstruación también presenta problemas de los que es mejor estar al tanto. Uno de ellos está relacionado con el uso de tampones femeninos y varios métodos anticonceptivos. Nos referimos al Síndrome de Shock Tóxico (SST). ¿Qué es el Síndrome del Shock Tóxico? El Síndrome de Shock Tóxico es una enfermedad causada por dos tipos de bacterias: la Staphylococcus aureus (comunmente conocida como estafilococo) y la Streptococcus pyogenes (estreptococo). El SST genera una infección muy grave que puede llegar a ser mortal. Sin embargo, la prevalencia de este síndrome es muy baja. A pesar de que originalmente se le relacionó con el uso de tapones, el disparador del Síndrome de Shock Tóxico es una baja respuesta inmunológica ante la presencia de la bacteria. El SST también puede ocurrir a partir de quemaduras, infecciones cutáneas o después de una cirugía. Mujeres posmenopaúsicas, adultos y niños también pueden desarrollar esta enfermedad. Por eso, a pesar de su baja incidencia, es importante conocer sus principales síntomas. ¿Cuáles son los principales síntomas del Síndrome de Shock Tóxico? Los signos se dan repentinamente y dos o tres días después de contraer la infección. Hay que prestar especial atención a los siguientes síntomas: Aparición de un sarpullido o moratones en diferentes partes del cuerpo y enrojecimiento de ojos, boca o vagina. Dolor corporal. Vómitos o diarrea. Fiebre superior a 38,8 grados. Ésta, puedes estar acompañada de escalofríos. Disminución de la presión sanguínea. Dolores de cabeza, desorientación y, en ocasiones, convulsiones. Aunque es poco probable que una persona sana contraiga esta enfermedad, nunca está de más seguir unas precauciones básicas. Consejos para prevenir una infección por SST En la actualidad, menos de la mitad de los casos de SST están vinculados con la menstruación. Pero una atención extra nunca está de más para evitar un riesgo latente. Algunos consejos a tener en cuenta para prevenir este síndrome, son los siguientes: Cambia de tampón cada 4-8 horas. Asegúrate de quitar el tapón anterior antes de introducir uno nuevo. No olvides retirar el último cuando el ciclo haya terminado. Está terminantemente prohibido reutilizar el aplicador Escoge el mínimo grado de absorción apropiado para tu flujo menstrual. Usa compresas para dormir. Para las niñas que ya han tenido su periodo por primera vez, se recomienda utilizar compresas en lugar de tampones. En el caso se haber sufrido un episodio de TSS o una infección estafilocócica o estreptocócica grave, es altamente recomendable no usar tampones o dispositivos anticonceptivos que hayan sido asociados con el TSS, como diafragmas y esponjas anticonceptivas. Además, no dudes informarte y compartir todas las dudas que tengas al respecto con tu ginecólogo habitual.
¿Embarazo y Navidad? Precauciones para unas fiestas sin sobresaltos
Cenas de trabajo, en familia… las Navidades son una época muy especial en la que debemos vigilar de cerca nuestra alimentación, especialmente si este año estás embarazada. ¿Quieres saber qué precauciones extra debes tomar para unas fiestas sin sobresaltos? Toma nota de las siguientes recomendaciones. Cuidado con los atracones y los caprichos Dos de los problemas habituales en Navidad son los empachos y el picoteo sin freno, algo que puede hacer que aumentemos varios quilos en menos de un mes. Si estás embarazada, mayor razón para moderarte. Una buena opción es ingerir menos cantidad de alimentos repartidos en cinco comidas y evitar tumbarse de inmediato después de comer. Piensa: cuanto más subas de peso, más difícil será volver a tu peso ideal después. Tampoco es conveniente abusar de los dulces y los pasteles, siendo preferible que optes siempre por la fruta. Del mismo modo, evita las salsas, los fritos, las comidas picantes y los patés. A la hora de beber, no olvides las consecuencias que su ingesta puede tener para el feto. En grandes cantidades podría provocar el llamado Síndrome Alcohólico Fetal. Tus mejores opciones serán el agua y los zumos naturales; si bebes refrescos con gas, café o té hazlo de forma esporádica. Es más, te animamos a que los sustituyas por infusiones que ayuden a una mejor digestión como la manzanilla o la hierbabuena. Embarazo y Navidad: los alimentos prohibidos Durante tu visita al ginecólogo debes informarte de los alimentos prohibidos durante el embarazo y evitar caer en tentaciones durante las fiestas navideñas. Es difícil, lo sabemos, pero es importante que no bajes la guardia para tener un embarazo sin problemas. Lo que debes evitar, principalmente, es: Pescado y carne sin cocinar. Olvídate del sushi o del carpaccio, pues podrá transmitir bacterias peligrosas para el feto. Quesos sin pasteurizar. Podrían provocar una infección por listeria, que provoca también daños en el feto. El jamón serrano y otros embutidos elaborados con carne cruda. Con estas precauciones estarás curándote en salud y evitando riesgos innecesarios. Además, la lista de alimentos exquisitos que sí puedes consumir en Navidad sigue siendo inmensa, así que no te agobies y disfruta de estas fiestas tan especiales.
Ecografía transvaginal. ¿En qué consiste esta prueba ginecológica?
La ecografía transvaginal es una prueba que se utiliza en ginecología para ayudar a detectar algunos problemas de la región pélvica, como quistes, malformaciones o incluso cáncer. ¿En qué consiste exactamente? Veamos. Cómo es un examen mediante ecografía transvaginal A través de un pequeño aparato que produce ondas de sonido, los especialistas pueden obtener imágenes del útero, los ovarios, el cuello del útero y la vagina. Este dispositivo se introduce durante algunos minutos en la vagina y no produce dolor, más allá de una ligera presión. Otra ventaja es que no emite radiación y permite ver de forma detallada si existe alguna alteración ginecológica. Al situarse más cerca de los tejidos, con estas ecografías se obtienen instantáneas más claras que con las ecografías abdominales. Para realizar el examen, la paciente deberá acostarse en una silla ginecológica con las piernas abiertas y ligeramente dobladas. El transductor se introducirá en la vagina, protegido por un condón y convenientemente lubricado. ¿Cuándo es aconsejable realizar una ecografía transvaginal? Esta prueba es aconsejable cuando hay síntomas de dolor pélvico, sangrado anormal o problemas de infertilidad. Sin embargo, también puede realizarse en revisiones rutinarias, para colocar un DIU o confirmar un embarazo precoz. Durante el embarazo puede solicitarse este examen para identificar las señales de un posible aborto, monitorizar los latidos del bebé o examinar la placenta. Por lo general no es necesario seguir ninguna indicación previa para llevarla a cabo, más allá de llevar ropa cómoda que pueda ser retirada fácilmente durante el examen. En algunos casos también se puede pedir beber dos o tres vasos de agua antes de la ecografía, para realizar el ultrasonido con la vejiga llena; o al contrario, que sea necesario realizarla con la vejiga vacía. Consulta con tu ginecólogo de confianza cualquier duda que tengas sobre esta técnica de exploración no invasiva. La mayoría de aseguradoras dan cobertura a esta prueba con una autorización previa.