Entre 1941 y 1978 la venta y la divulgación de información sobre anticonceptivos era un acto delictivo en nuestro país. ¿Lo sabías? Con la llegada de la democracia y la introducción de la píldora, se inició un intenso debate que terminó con la legalización de los anticonceptivos en España. De hecho, este 2018 se cumplen 40 años de este importante cambio social. Entre los principales hitos en la historia de la anticoncepción española, destacan los siguientes: 1/ El lanzamiento de la píldora anticonceptiva. Fue a comienzos de los años 60 cuando la píldora llegó a España y a otros países como Alemania o Estados Unidos. Se trataba del primer método seguro para prevenir embarazos no deseados. Se estima que en 1970 las ventas de anticonceptivos llegaron a los 2 millones de envases. 2/ La aparición de los primeros centros de planificación familiar. Durante los años 70 algunos hospitales universitarios españoles comenzaron a abrir este tipo de consultas, llamadas “de puerperio”. Su finalidad era informar y aconsejar a las mujeres sobre los métodos anticonceptivos disponibles en aquel momento. 3/ La apertura del centro de planificación de la calle Federico Rubio de Madrid. Estuvo abierto unos pocos años desde 1976, tiempo en el que acudieron a él multitud de mujeres de toda España. Estaba dirigido por un grupo de mujeres que informaba sobre la diferenciación entre sexualidad y maternidad. Pronto se creó otro en Barcelona y en otras ciudades españolas. 4/ Luz verde a la despenalización en el Congreso. En 1978 en Congreso de los Diputados aprobó el proyecto de ley para despenalizar la venta y la divulgación de los anticonceptivos, lo que implicó la eliminación de cualquier mención a los mismos en el artículo 416 del Código Penal. A partir de este momento comienza a tejerse una red de centros municipales de planificación familiar por todo el territorio nacional, como parte de la red sanitaria general. Y bien, ¿te sorprende lo mucho que han cambiado las políticas de anticoncepción en España en tan solo unas décadas?
Cómo cambia el pecho durante el embarazo, trimestre a trimestre
¿Te preguntas cómo cambia el pecho durante el embarazo? Ciertamente desde el momento de la concepción los senos comienzan a transformarse y a prepararse para poder alimentar al futuro bebé. De hecho, junto con el útero, ésta es una de las partes del cuerpo femenino que más modificaciones experimenta. ¿Qué ocurre en los senos durante el embarazo? Durante el embarazo la renovación de las células internas de los senos queda en suspenso y los niveles de progesterona comienzan a descender. Ello implica que los pechos se transforman en órganos capaces de producir leche. Los conductos que se encargan de transportarla hasta el pezón, llamados galactóforos, aumentan en número y se ramifican para formar un sistema de alimentación muy complejo. Por otro lado, las células productoras de leche comienzan a desarrollarse en los pechos y la cantidad de sangre que llega a esta parte de nuestro cuerpo aumenta. Se produce, en definitiva, una intensa actividad en el interior de los pechos, lo que puede provocar algunos de síntomas típicos como dolor, hormigueo, hinchazón o pesadez. Durante todo el embarazo lo habitual es que el pecho aumente sobre una talla y media, lo que que puede provocar la aparición de estrías. Primer, segundo y tercer trimestre. Así cambia el pecho durante el embarazo. A partir de las tres o cuatro semanas, ya pueden notarse los primeros cambios en los pechos. Es en este momento que los pezones comienzan a tener mucha más sensibilidad que antes. Estas molestias iniciales tienden a remitir superados los tres primeros meses, pero en algunas mujeres persisten hasta el parto. En el segundo trimestre es habitual que los pezones y las areolas tengan un tamaño mayor, pues a las 15 semanas se activan las células productoras de leche y a la semana 22 se inicia su producción. Y es que, aunque parezca increíble, la leche materna está ya preparada en los pechos desde antes del nacimiento. Por eso en algunos casos puede haber algunas pérdidas de leche en las etapas finales del embarazo. En general, en el tercer trimestre es normal que los pechos estén mucho más pesados o adoloridos. Permanecerán así hasta el parto y los días posteriores, cuando se produce la llamada “subida de la leche”. ¿Y qué ocurre con los senos una vez nace el bebé? Una vez ha nacido el bebé, los pechos siguen experimentando numerosos cambios que pueden variar en cada mujer. Algunas madres sienten dolor al producir más leche de lo que pueden contener sus pechos, lo que hace que se endurezcan. Sin embargo, pasados los primeros seis meses, el tamaño irá reduciéndose y se perderá tejido graso. Cuando se produzca el destete, el pecho volverá a su tamaño previo y a su estado inactivo hasta que vuelva a darse un nuevo embarazo.
Nutriscore. ¿Cómo funciona el nuevo semáforo de los alimentos?
El Ministerio de Sanidad acaba de anunciar la implantación en España del sistema Nutriscore. Esta herramienta ya se utiliza en otros países para ayudar a mejorar la calidad de la cesta de la compra. Según se ha comprobado, este semáforo genera una mejora nutricional media de un 9,3%, frente al 2.9 o el 6,6 que ofrecen otros sistemas. Pero el Nutriscore, ¿cómo funciona exactamente? Analizamos el Nutriscore. ¿Cómo funciona para mejorar la calidad de la cesta de la compra? Las etiquetas de los alimentos a menudo parecen un auténtico jeroglífico. Debes prestar mucha atención para atenderlas y normalmente no tenemos el tiempo suficiente para hacerlo cuando vamos al súper. El resultado es que muchas veces compramos por lo que nos entra por la vista, sin saber a ciencia cierta si estamos haciendo una buena compra a nivel nutricional o no. Nustriscore busca simplificar esta tarea y que el comprador solo tenga que fijarse en un “semáforo” de colores para saber si un alimento es más o menos saludable. De este modo, el color verde intenso será el “más sano” y el rojo el “menos saludable”. Entre medio pasaremos por una gradación que va del verde claro, al amarillo y al naranja. Este símbolo se colocará en la parte frontal de los envases, de forma que sea muy fácil identificarlo. Para asignarle un color u otro, el sistema se basa en un algoritmo, que distribuye una serie de puntos en función de la composición nutricional por cada 100 gramos de producto. ¿Qué valora Nutriscore a la hora de asignar un color u otro? Para decidir la valoración que tendrá cada alimento, Nutriscore utiliza una serie de criterios. Por ejemplo: Componentes “desfavorables” desde el punto de vista nutricional: calorías, azúcares simples, ácidos grasos saturados y sodio. Componentes “favorables”: proteínas, fibras, porcentaje de frutas, verduras, leguminosas y frutos secos. De este modo, las frutas, verduras y cereales estarán siempre en los primeros puestos de la escala, mientras que los snakcs y los dulces aparecerán en última posición como productos a evitar. Este sistema, explican desde Sanidad, ha sido validado de forma científica, aunque siempre pueda mejorarse. Para evitar confusiones, los expertos en nutrición recomiendan comparar las puntuaciones entre un mismo grupo de alimentos, como por ejemplo las “cajas de cereales” y no entre productos distintos como puede ser unos “cereales azucarados” y una “botella de aceite de oliva”. Finalmente es importante tener en cuenta que Nutriscore viene a complementar el etiquetado tradicional, no a sustituirlo, por lo que debe tomarse como una herramienta más a la hora de guiarnos para hacer una compra más saludable.
Cómo mitigar los efectos de la menopausia hasta en un 70%
Para muchas mujeres, entrar en la menopausia marca un antes y un después en su ciclo vital. Los ovarios femeninos dejan de producir óvulos y la mujer entra en la fase de climaterio. Ello puede generar problemas de sueño, falta de energía, disminución del interés sexual e, incluso, episodios depresivos. Pero no a todas las mujeres afecta por igual. ¿Cómo mitigar los efectos de la menopausia? La prevención y el cambio de enfoque psicológico juegan un papel fundamental. La prevención y cómo mitigar los efectos de la menopausia El doctor Herraiz explica que el fin de la menstruación provoca una disminución en los niveles de las hormonas femeninas: estrógenos y progesterona. Este cambio trae en ocasiones sofocos, sequedad vaginal, osteoporosis… pero muy pocas pacientes necesitan terapia hormonal. Llegar a la menopausia con la mejor salud posible hace que los daños colaterales se atenúen. Para prevenir la osteoporosis hay que: Hacer ejercicio de forma habitual o dar paseos diarios de una hora como mínimo. A la hora de hacer ejercicio, se recomienda realizar aquellos que favorezcan el fortalecimiento del suelo pélvico. Aumentar la ingesta de alimentos ricos en calcio y exponerse al sol con moderación para aumentar la vitamina D. Cuidar el corazón siguiendo una dieta sana baja en grasas y rica en frutas y verduras. Estos alimentos son antioxidantes y ricos en vitaminas A, C y D; tambien es buena la ingesta de pescado azul rico en Omega 3, además de ingerir alimentos que aumenten los niveles de estrógenos como los vegetales que contengan ácido fólico o la soja. No hay que olvidar que, durante la menopausia, las necesidades nutricionales de la mujer ya no son las mismas y, por lo tanto, el aporte calórico deberá ser menor. Con todas estas pautas sobre cómo mitigar los efectos de la menopausia, pueden hacer se reduzcan hasta en un 70%”. La salud psíquica también es fundamental Durante la menopausia el 15% de las mujeres sufren algún episodio de depresión o tristeza severa. Además, se estima que el 25% experimenta insomnio, ansiedad o cambios de humor. Sin embargo esta situación puede cambiar o por lo menos mitigarse viendo la menopausia como una nueva etapa de crecimiento individual, donde una vez superada la crianza de los hijos te sientes más libre para dedicar tu tiempo y energía a ti misma. Este cambio de actitud trae como consecuencia un mayor bienestar psicológico. Como en cualquier otro periodo de cambio y transición, no resulta extraño padecer sentimientos de pena. Tienes que darle la vuelta a lo “perdido” (la juventud, la capacidad reproductiva o los hijos que se han ido de casa) y verlo como un aporte de energía, experiencia en la vida y sabiduría para saborear los frutos de tus esfuerzos.
El equipo del Dr. Herraiz se vuelve un referente al comenzar a aplicar la cirugía de puerto único
Las histerectomías con cirugía de puerto único que ha comenzado a realizar el equipo del Dr. Herraiz disminuyen en un 40 % el tiempo de hospitalización. Permiten, además, una recuperación más rápida y un mejor resultado estético tras diversas intervenciones quirúrgicas ginecológicas. En los últimos años las técnicas ginecológicas de cirugía mínimamente invasiva han permitido realizar intervenciones a través de pequeñas incisiones, por las que se introducen los instrumentos necesarios para la operación. Pero la cirugía endoscópica convencional ha continuado su evolución. Nuevas técnicas como la cirugía robótica, la cirugía con miniinstrumentos y la cirugía realizada por una sola entrada o cirugía de puerto único, permiten que la estancia hospitalaria de la paciente sea menor y que existan menos complicaciones. En este contexto, el doctor José Luis Herraiz aplica la técnica de puerto único con la Plataforma de Acceso Abdominal Avanzado GelPOINT, convirtiendo el Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón en un centro de referencia de la provincia. ¿En qué consiste la cirugía de puerto único? La cirugía por puerto único es una técnica de entrada laparoscópica. Supone practicar una única incisión, de entre tres y cinco centímetros en el ombligo. A través de ella se accede a la cavidad abdominal, mediante un dispositivo especial que permite el paso de los instrumentos laparoscópicos. El doctor Herraiz ya aplica la cirugía de puerto único en algunas intervenciones, como salpingooforectomías hasta miomectomías e histerectomías. Esta técnica quirúrgica permite reducir la estancia hospitalaria para que la paciente pueda reanudar si vida normal. Posibilita la realización de algunas intervenciones laparoscópicas mediante cirugía de media estancia, incluso con ingresos postoperatorios de pocas horas. El resultado estético también mejora, ya que sólo precisa una incisión. De esta forma, el dolor postoperatorio disminuye junto a las complicaciones relacionadas con los puertos de acceso quirúrgicos. Y es que, el abordaje de mínima invasión en las patologías benignas ginecológicas, siempre tiene mejores resultados clínicos.
Sangrado después de la menopausia. Todo lo que debes saber
Algunas mujeres pueden experimentar un sangrado después de la menopausia. Es lo que los especialistas llaman una metrorragia postmenopáusica y aparece después de un año o más sin regla. Cuando se produce uno de estos episodios, no debe pasarse por algo. Toma nota de todo lo que debes saber sobre ellos. ¿Es normal que se produzca un sangrado después de la menopausia? No, es una circunstancia anormal que debe revisarse. Durante la llegada de la menopausia se producen desarreglos, pero si se produce un sangrado genital después de 12 meses ininterrumpidos sin menstruar debes acudir con tu ginecólogo de confianza. De este modo el especialista podrá evaluar lo ocurrido y asegurarse de que todo está bien. Causas que pueden provocar sangrados o flujos rosados tras la menopausia En algunos casos estos sangrados o flujos rosados pueden ser síntoma de algún problema de salud que conviene tratar, por eso es tan importante que realices una revisión médica. Algunas de las causas que pueden provocar la metrorragia postmenopáusica son: Una atrofia del endometrio. Debido a la disminución del nivel de estrógenos, el endometrio se vuelve más fino y frágil. Estas circunstancias pueden provocar un sangrado anormal. Un pólipo endometrial. Es una tumoración benigna que crece habitualmente en el útero o en el canal cervical. Puede originar un sangrado irregular o intenso. Hiperplasia endometrial. Se produce cuando las células endometriales crecen desmesuradamente, haciendo que el revestimiento del útero aumente su grosor. Cáncer de endometrio debido a una tumoración maligna en el endometrio, que es la capa de células que recubre el interior del útero. Este es uno de los tipos de cáncer más comunes del sistema reproductor femenino y una de sus señales es, precisamente, el sangrado después de la menopausia. Tratamiento más habitual El tratamiento del sangrado después de la menopausia dependerá de cual sea la causa. Para ello el doctor analizará la historia clínica de la paciente y realizará un examen físico y ginecológico. Además, puede pedir que se realicen las siguientes pruebas: una biopsia del endometrio, una ecografía transvaginal o una histeroscopia. Con los resultados en mano ya podrá indicar qué hacer en cada caso. Normalmente, si no hay contraindicaciones, la atrofia puede tratarse con una crema especial. Si el sangrado se debe a la presencia de pólipos o tumoraciones, es posible que deban extraerse mediante una histeroscopia o una histerectomía. Sea como sea, un diagnóstico precoz será clave para que el tratamiento sea exitoso.
Tengo un quiste mamario. ¿Cuándo debe extirparse?
Descubrir que tienes un quiste mamario es un momento estresante para cualquier mujer. En ese instante es normal que surjan numerosas dudas y temores. Por eso, contar con la información adecuada es de gran ayuda. De este modo, cuando acudas al médico, ya sabrás a lo que te enfrentas y estarás más tranquila. Si esto sucede, debes tener algo claro: el especialista es quien mejor podrá indicarte si un quiste en el pecho debe extirparse o no. Pero… ¿qué es exactamente un quiste mamario? Los quistes mamarios son muy frecuentes en mujeres de 35 a 50 años. Detectar uno puede encender todas las alarmas, pero respira: aproximadamente un tercio de mujeres los tiene y son completamente benignos. Estos bultos, con una forma redondeada y móvil, son nódulos que se forman por acumulación de líquido en las glándulas mamarias. Pueden aparecer aislados o junto con otros quistes; en una o en ambas mamas. La hormona que provoca la menstruación puede hacer que estos bultos crezcan y sean dolorosos, sobre todo antes del inicio del periodo. Sin embargo, debes saber que no todos los quistes mamarios son iguales. Tipos de quiste de mama Los principales tipos de quiste mamario que existen son: Quistes simples: contienen un líquido claro y, a no ser que sean dolorosos o que crezcan en exceso, no es necesario extirparlos. Estos pueden vaciarse hasta que dejen de ser palpables y no causen molestias. Quistes complicados: al igual que los simples, estos quistes son benignos y, en la mayoría de casos, tampoco es necesario eliminarlos. A veces pueden confundirse con nódulos sólidos, por lo que si existen dudas el médico pedirá realizar más pruebas. Tanto los quistes simples como los complicados pueden desaparecer solos o reaparecer después de vaciarse. Además, hay otros bultos mamarios que debes conocer: Nódulos complejos sólidos y quísticos: estos nódulos no son propiamente quistes y, en ocasiones, pueden ser un signo de cáncer. Por eso debe realizarse siempre una biopsia para analizarlos. En función del resultado el médico determinará si deben extirparse por medio de cirugía o bien con una técnica ambulatoria. Quistes grasos u oleosos: se dan más frecuentemente en mujeres y suelen aparecer a raíz de un golpe o de una intervención quirúrgica. Estos quistes tampoco suelen extirparse, a no ser que haya molestias o una deformación de la mama. Entonces, ¿qué debo hacer con mi quiste de mama? Lo primero es saber qué tipo de quiste mamario tienes exactamente. Una vez sepas lo que ocurre, el equipo médico que te trata te orientará y te explicará cuál es la mejor opción en tu caso. Por lo general no hará falta ninguna intervención, a no ser que el quiste provoque algún tipo de problema o suponga un riesgo para tu salud. En tal caso se valorará si debe extirparse con una biopsia y otros análisis complementarios. Nuestra recomendación es que sigas las indicaciones de los expertos y no dudes en preguntar todo lo que necesites saber a tu ginecólogo de confianza. Tanto si se extirpa el quiste mamario como si no, recuerda que debes estar siempre pendiente de su evolución y comunicarle al doctor cualquier molestia o preocupación que tengas.
Siete mitos sobre la píldora anticonceptiva
La utilizan millones de mujeres a diario y es uno de los métodos de contracepción más utilizados en la actualidad. Pese a ello, aún existen muchos mitos sobre la píldora anticonceptiva que conviene revisar. Tanto si estás pensando en comenzar a tomarla, como si ya lo haces, debes tenerlos presentes. En las siguientes líneas vamos a dar respuesta a esos siete mitos más comunes que llegan a menudo hasta nuestras consultas: 1.»La píldora anticonceptiva engorda» Cuando comienzas a tomarla, los primeros tres meses puedes experimentar un poco de retención de líquidos. Sin embargo, una vez finaliza el periodo de adaptación, no hay estudios que demuestren que la píldora anticonceptiva engorde. No obstante, debes tener en cuenta que el cuerpo de cada mujer es distinto. Por eso, si se detecta un aumento de peso significativo después de comenzar a tomarla, debes consultarlo con un especialista. Así podremos revisar tus hábitos alimenticios y analizar el ejercicio físico que realizas para averiguar qué está pasando. Si se considera oportuno, se puede cambiar a otro tipo de píldoras. 2. «La píldora provoca dolores de cabeza y migrañas» La reacción de cada mujer a las hormonas de la píldora puede variar mucho. En algunos casos puede haber ciertas molestias durante el periodo de adaptación, que dura unos tres meses. Sin embargo, lo normal es que estos dolores de cabeza y migrañas sean leves y desaparezcan pronto. Si no fuera así, o si el dolor viene acompañado de destellos, acude a tu médico lo antes posible para que pueda orientarte o cambiar este método anticonceptivo por otro sin estrógenos. 3. «Tomar la píldora causa anemia» Muchas mujeres sufren fuertes hemorragias durante la menstruación, lo que puede provocar anemia ferropénica. Sin embargo, con la píldora se consigue frenar la pérdida de hierro. De hecho, uno de sus principales beneficios es que los sangrados pasan a ser más regulares y menos abundantes. Si alguien te dice lo contrario, explícaselo: es uno de los mitos sobre la píldora anticonceptiva. 4. «La píldora favorece la aparición del acné» Una de las preocupaciones de muchas mujeres a la hora de elegir la píldora como método anticonceptivo es si favorece o no la aparición de acné. En realidad, es más bien al contrario: la píldora puede recetarse para tratar este problema. La dosis de hormonas que aporta la píldora ayuda a regular y a estabilizar la inflamación de las glándulas pilo-sebáceas, que son las que hacen que el poro se tapone y aparezcan lesiones cutáneas. 5. «La píldora disminuye el deseo sexual» Lo normal es que las mujeres que utilizan este método anticonceptivo disfruten plenamente de sus relaciones, sintiéndose protegidas ante posibles embarazos no deseados. No obstante, existe un porcentaje muy pequeño de casos en los que sí disminuye el deseo sexual. Cuando esto ocurre el ginecólogo puede recomendar el cambio a otro tipo de píldora. 6. «Dificulta el embarazo», otro de los mitos sobre la píldora anticonceptiva La píldora es un método anticonceptivo reversible. Al dejar de tomarla el ovario vuelve a funcionar de forma normal. Por tanto, si estás tomando la píldora y quieres quedarte embarazada, lo que debes hacer es pedir cita con tu doctor. Lo recomendable es hacer la consulta preconcepcional unos tres o cuatro meses antes de dejar de tomarla, para comenzar a prepararte. 7. «La píldora protege de las infecciones de transmisión sexual y del VIH» Aunque estés tomando la píldora anticonceptiva, debes tener claro que continúas siendo vulnerable a todo tipo de infecciones de transmisión sexual y al VIH. Si existe riesgo de contagio, o si no se trata de una pareja estable, lo recomendable es utilizar siempre el «doble método» de píldora más preservativo. Como ves, este anticonceptivo hormonal tiene pros y contras que debes conocer, pero no te creas lo primero que escuches. Ante cualquier duda, lo mejor es acudir a tu ginecólogo de confianza. Solo así evitarás ser víctima de informaciones falsas y de los numerosos mitos sobre la píldora anticonceptiva que todavía persisten en nuestra sociedad.
Pérdidas de leche en el embarazo ¿Es algo normal?
En este artículo vamos a resolver tus principales dudas sobre las pérdidas de leche en el embarazo. No te agobies, disfruta de los meses que te quedan por delante porque es algo bastante normal. Ahora te explicamos porqué. ¿Por qué se producen las pérdidas de leche en el embarazo? Notar que sale un poco de leche del pezón no debe ser motivo de alarma, pues en la mayoría de casos tiene que ver con el desarrollo de la placenta y todos los cambios hormonales que se producen cuando estamos en estado. Durante la gestación los niveles de prolactina se disparan. Ello, especialmente durante el tercer trimestre, puede provocar la aparición de una especie de secreción acuosa y pegajosa. Esta primera leche es el calostro y es la forma en la que nuestro cuerpo se prepara para poder alimentar al bebé cuando nazca. Otras hormonas que participan en este proceso son la oxitocina, la relaxina o la progesterona. No obstante, no todas las mujeres llegan a tener este tipo de pérdidas. Es ese caso, tampoco pasa nada. ¿Cuándo puede ocurrir? A partir del cuarto o del quinto mes de embarazo ya podemos comenzar a notar cierta humedad en los pezones. Estas pérdidas de leche son indoloras y pueden persistir hasta el final, aunque es en el momento del alumbramiento cuando su producción llega a su punto máximo. Hasta entonces puedes utilizar discos protectores absorbentes para el sostén, evitando así manchar tu ropa. Las secreciones pueden producirse en cualquier momento del día, sobre todo cuando sientes una mayor excitación o masajeas tus senos. Una primera toma de contacto con la lactancia Las primeras pérdidas de leche en el embarazo son parte de la predisposición que la mujer tiene hacia la lactancia. Ésta comienza, si las indicaciones de los especialistas lo permiten, en la misma sala de paritorio y justo después del parto. Para ello el contacto piel con piel es muy importante: poner el bebé lo antes posible sobre la mamá ayuda a iniciar el proceso. Si no se pudiera en ese momento, las siguientes 3 – 6 horas posteriores al nacimiento son claves para la producción del calostro. Hasta que llegue la leche más madura, pueden pasar varios días. Mientras tanto, este líquido suplirá las necesidades nutricionales del futuro bebé y funcionará como un cóctel inmunológico para tu pequeño. Cuando vayas a darle el pecho busca siempre una postura de lactancia con la que te sientas cómoda y ten paciencia. Es esencial que el bebé disponga de todo el tiempo que necesite para tomar la leche. El embarazo es uno de los períodos más emocionantes en la vida de una mujer así que disfruta de esta etapa y, ante cualquier duda, consulta siempre con tu ginecólogo de confianza.
Tricomoniasis, una ETS cada vez más común
La tricomoniasis se está convirtiendo en una enfermedad de transmisión sexual (ETS) cada vez más común, especialmente entre los jóvenes. Aunque se hacen esfuerzos por frenar su incidencia, los datos arrojan cifras que conviene tener muy en cuenta. Pero, ¿en qué consiste exactamente este padecimiento? Tricomoniasis: qué es y cuáles son sus síntomas La tricomoniasis o Tric es una ETS que se engloba dentro de las vulvovaginitis, es decir, infecciones inflamatorias en la zona de la vagina y la vulva. Lo que provoca esta indección es el trichomonas vaginalis, un parásito que puede encontrarse en la vagina y en la uretra femenina, o bien en la próstata o el epidídimo masculino, que es el órgano donde maduran y se almacenan los espermatozoides. Es posible que una persona con tricomoniasis no registre ningún síntoma. Sin embargo, sí puede contagiar la enfermedad por la vía sexual. En otros casos sí se manifiestan algunos indicios como: Inflamación, enrojecimiento o picores en la zona de la vulva. Flujo vaginal abundante y de tonalidad amarillenta, que puede estar acompañado de un olor fuerte. Escozor al orinar. Dolor en la parte más baja del abdomen. Molestias durante la práctica sexual. En hombres, escozor o secreciones en el pene. Ante este tipo de síntomas, es importante que consultes con tu ginecólogo de confianza, para que pueda realizar un diagnóstico adecuado y comenzar cuanto antes el tratamiento. Diagnóstico y tratamiento de la tricomoniasis Para confirmar la tricomoniasis es necesario realizar un examen ginecológico y analizar en el laboratorio el flujo, para ver si en efecto está infectado por este parásito. De confirmarse, se deberá abordar el caso para curar la infección. Normalmente es algpo sencillo y muchas veces será suficiente con una dosis de antibiótico. También se recomienda suspender las relaciones íntimas durante al menos una semana. Si la persona con tricomiasis tiene pareja, ésta también deberá tratarse, aunque no manifieste ningún síntoma. Lo mejor para prevenir la ETS es el uso del anticonceptivo de forma preventiva, la información sobre sus síntomas y las revisiones ginecológicas periódicas, de forma que cualquier ETS pueda detectarse lo antes posible.